Nos despertamos en mitad de la noche sobresaltados y sudorosos, con una vaga sensación de haber disfrutado de una tórrida experiencia ¿con quién? Aunque el compañero sinceramente no sea lo de menos, en lo que estamos interesados es en saber si realmente hemos disfrutado de un orgasmo en sueños, ¿es posible o era simplemente nuestra imaginación?
Diferencias entre hombres y mujeres
Kinsey, Pomeroy y Martin ya en 1948 recogieron en un estudio que un alto porcentaje de personas de ambos sexos experimentan los llamados “sueños húmedos”. Variaba la edad en la que eran más frecuentes estos, siendo para las mujeres pasados los 40 años y para los hombres desde la adolescencia hasta la treintena.
Por otro lado, para un hombre es fácil saber cuándo ha tenido un sueño mojado, ya que se produce una polución nocturna, sin embargo para las mujeres reconocer que realmente han tenido una respuesta fisiológica de excitación es más difícil y tienen que tirar memoria y basarse en los recuerdos.
¿Cuándo ocurren los sueños húmedos?
Según el profesor Juan Carlos Sierra, responsable del Laboratorio de Sexualidad Humana de la Universidad de Granada, mientras dormimos y en una de las fases del sueño llamada REM, ocurren reacciones genitales consistentes en una vasocongestión intensa. Esto provoca erecciones en el caso de los hombres e incrementos sustanciales del flujo sanguíneo vaginal en el caso de las mujeres.
La función que tiene este fenómeno es el mantenimiento y renovación de los tejidos que se vascularizan durante la excitación que caracteriza a la actividad sexual. Se da por sentado que esta actividad genital que tiene lugar mientras se duerme, es fundamental para una buena respuesta sexual.
Los sueños eróticos están en tu cabeza
El cerebro es el órgano sexual más potente, diferentes líneas de investigación han demostrado como el cerebro puede provocarnos un orgasmo sin que haya excitación, de hecho los “orgasmos en sueños” son un típico ejemplo de cómo puede interpretar el cerebro una respuesta fisiológica de vasoconstricción en la zona genital, como un orgasmo.
Un fenómeno curioso es el cómo personas que sufren problemas de anorgasmia, llegan a experimentar orgasmos mientras duermen. Dado que en gran parte este problema que se sufre en la respuesta sexual se debe a un bloqueo, cuando se está dormido el “filtro” se relaja y puede llegarse al clímax.