«Este hecho», según ha indicado la delegada de Salud de la Junta en Granada, Elvira Ramón, «puede deberse a un exceso de confianza dado que existen tratamientos que hace que el sida sea percibido como una enfermedad crónica o al propio desconocimiento de que la persona está infectada unido a conductas de riesgo sin protección».
Programas
El programa ‘Preventia’ desarrolla acciones de información, intervención y coordinación para potenciar la adopción de medidas preventivas, el abandono de prácticas sexuales de riesgo y la reducción de daños frente a la transmisión del VIH atendiendo a las características de la población a la que se quiere llegar, hombres (gays y bisexuales) preferentemente, lesbianas, personas transexuales y resto de la población de forma general.
A diferencia de éste, el ‘VEP’ es un plan de prevención de infecciones de transmisión sexual y VIH-sida en varones que ejercen la prostitución en Andalucía. Este proyecto consiste en la información, concienciación y formación de este colectivo sobre el uso de los recursos disponibles para la prevención de enfermedades de transmisión sexual como el VIH-sida, pero también otras como la sífilis, la hepatitis A o la infección gonocócica. «Para ello utilizaremos como herramienta fundamental la mediación de iguales, lo que incidirá no sólo en la salud de los VEP, también en la de sus clientes», ha manifestado Mar Cambrollé, presidenta de Girasol.
Desde que en 1983 aparecieran en la comunidad autónoma de Andalucía los primeros casos de sida, la Consejería de Salud puso en marcha un sistema de vigilancia y control, además de Programas de Prevención y Reducción de daños que junto a las nuevas terapias han demostrado una gran eficacia habiendo disminuido significativamente tanto el número de casos como la mortalidad por sida.
En este mismo sentido, la Consejería de Salud puso en marcha dentro del Plan de sida una línea de diagnóstico precoz en 2008, siguiendo las directrices del III Plan Andaluz de Salud en la línea de evitar la transmisión del VIH y fomentar conductas de protección y sexo seguro. Para ello se realiza un test rápido de saliva a aquellas personas con prácticas de riesgo que permite detectar la existencia o no de los anticuerpos que produce el organismo en respuesta al virus. De esta forma, las personas que sean diagnosticadas se pueden beneficiar del tratamiento antirretroviral.
El año pasado en colaboración con 47 ONG andaluzas, se realizó la prueba a 3.807 personas, siendo positiva en 72 varones, 19 mujeres y dos transexuales. No se detectó ningún falso positivo. El coste de este programa durante 2010 ha supuesto una inversión de 92.000 euros, incluyendo la formación de las personas encargadas en las ONG.