Las enfermedades cardiovascularses continúan siendo la primera causa de muerte por enfermedad en España, con el 31,7 por ciento de los casos, por encima de otras dolencias como el cáncer (26,9 por ciento), o las enfermedades respiratorias (11,4 por ciento).
Además, las patologías cardiovasculares suponen un coste superior a los 9.000 millones de euros para España y unos 192.000 millones para toda la Unión Europea. Los expertos coinciden en que no hay otro modo de evitar la extensión de la enfermedad cardiovascular que un cambio en el estilo de vida de la población y una concienciación sobre la necesidad de promover los hábitos saludables.
Así, el reto para el siglo XXI es cómo pasar del tratamiento de la enfermedad al cuidado preventivo de la salud . Para el doctor Fuster, «es imprescindible conseguir la promoción de la salud mediante la investigación y la intervención orientada a la adquisición de hábitos saludables desde edades tempranas que se mantengan durante toda la vida».
Evaluar los resultados
Afirma que «es básico, además, aplicar a los estudios de prevención una metodología científica con una evaluación de los resultados, que luego pueda ser contrastada» y este proyecto «nos permitirá dar un paso más para conseguirlo».
Según la OMS, las razones de la enfermedad cardiovascular están bien definidas y son bien conocidas. Son los llamados «factores de riesgo modificables»: dieta malsana, inactividad física y consumo de tabaco. Los efectos de la dieta malsana y la inactividad física son el incremento de la presión arterial y del azúcar y los lípidos en la sangre, sobrepeso y obesidad.