La colaboración entre los médicos de atención primaria y los programas de adelgazamiento saludables son eficaces para acabar con la obesidad, según un estudio que ha publicado hoy la revista científica británica The Lancet.
La investigación, realizada por la institución MRC Human Nutrition Research de Reino Unido, se hizo sobre una muestra de 772 adultos con sobrepeso u obesidad. Los pacientes fueron divididos en dos grupos: uno que siguió durante doce meses el tratamiento estándar de atención primaria y otro al que se le ofreció un método de adelgazamiento.
«Los primeros habían perdido 3,3 kilos al finalizar el año, mientras que los segundos perdieron el doble, 6,7 kilos», ha explicado hoy el catedrático de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona Marius Foz, en la presentación del estudio. Además, según la investigación, los que siguieron el método tuvieron una evolución más positiva en sus niveles de insulina, glucosa, triglicéridos y colesterol.
«Entre el 90 y el 95 por ciento de los pacientes que pierden peso, cinco años después, no solo lo han recuperado sino que pesan más», ha contado el doctor Foz, que ha afirmado que, para evitarlo, es necesario llevar «una dieta equilibrada, hacer ejercicio físico y tener hábitos saludables». El estudio también incide en que la obesidad es un problema sanitario global, pues se estima que 1.000 millones de personas en todo el mundo sufren sobrepeso y 300 millones son obesas.
Uno de cada cuatro son obesos
En España, «el 25 por ciento de la población tiene sobrepeso u obesidad», ha explicado el doctor Foz, que ha concretado que «entre el 15 y el 16 por ciento son obesas». Para la presidenta de la Fundación Educación para la Salud (FUNDADEPS), la doctora María Sainz, la obesidad es «la gran pandemia del siglo XXI» y se ha convertido «en un problema de salud pública».
Según datos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), la Sanidad Española se gasta cada año 5.000 millones de euros en los tratamientos de enfermedades asociadas a la obesidad, un gasto que en 2002 era de 2.500 millones de euros. «Para acabar con la obesidad, además de llevar una dieta sana y hacer ejercicio físico, es necesario hacer un seguimiento del paciente y el apoyo de grupo, de los demás», ha explicado la doctora Sainz.