Los dimorfismos cerebrales relacionados con el sexo, femenino o masculino, están ampliamente descritos, y son en buena parte los causantes de las diferencias conductuales entre hombres y mujeres, si bien es difícil responsabilizar a un cerebro diferente de estas particularidades, ya que en el comportamiento humano influyen múltiples variables. Somos biológica y psicológicamente diferentes en activo, pero ¿y mientras dormimos? ¿Están también patentes las diferencias? Como ya habrás imaginado la respuesta es sí. Hombres y mujeres somos diferentes durante el sueño en diferentes aspectos.
En lo que a arquitectura del sueño se refiere (el patrón del sueño) los hombres tardan más en dormirse que las mujeres y éstas experimentan fases de sueño delta de más duración, por lo tanto podría decirse que objetivamente el sueño femenino es más reparador en condiciones normales. Sin embargo, son muchas las féminas que tienen más experiencia negativa de sueño ¿Por qué? La razón puede ser los constantes cambios hormonales a los que está sometido el cuerpo de la mujer, que parecen hacerlo más vulnerable a trastornos de sueño. Estos problemas empiezan a hacerse patente en la pubertad, cuando el inicio del ciclo menstrual comienza a desencadenar un torrente hormonal, algunas evidencias sugieren que existen más interrupciones del sueño justo después de la ovulación y coincidiendo con el Síndrome Premenstrual. En el embarazo y la menopausia, períodos de gran fluctuación hormonal, de nuevo vuelven a aparecer interrupciones en el sueño femenino, si bien en muchas ocasiones estos problemas pueden tener un origen psicológico.
Si atendemos a trastornos tipificados de sueño (patologías de sueño), también encontramos diferencias significativas entre sexos. Los hombres son más propensos a sufrir narcolepsia, apnea del sueño y terrores nocturnos, mientras que trastornos típicos en mujeres serían el Síndrome de piernas inquietas y los diferentes tipos de insomnios clasificados; existiendo incluso patologías exclusivamente femeninas, como la hipersomnia asociada al ciclo menstrual.
El contenido y tema de la actividad onírica tampoco está exento de esta variación. Los sueños de las mujeres contienen emociones explicitas, sentimientos, relaciones cotidianas con personas del entorno y a modo de curiosidad, suelen estar ambientados en espacios interiores. Entre los integrantes del sexo masculino predominan los sueños de actividad física y agresión, además suelen soñar más con individuos de su mismo sexo.
Estas diferencias también podrían hacernos pensar, que es preferible dormir separados a juntos, de hecho existen estudios que postulan los beneficios que tiene para el sueño nocturno que las parejas duerman en habitaciones separadas. Sin embargo dormir en pareja resulta psicológicamente saludable para la especie humana, ya que nos hace sentir protegidos. Para salvar movimientos nocturnos indeseados y posibles despertares, el látex de Grupo Lo Monaco facilita la diferenciación de lechos independientes en un sólo colchón, y para los muy diferentes a la hora de dormir, la gama de colchones Duosystem de Grupo Lo Monaco combina en los dos lados de la cama distintas firmezas para adaptarse a cada durmiente.