La motivación es un impulso imprescindible para conseguir las metas y objetivos que cada uno se propone tanto en el ámbito personal como el laboral. Para evitar que esta motivación se pierda, existen una serie de estrategias y consejos encaminados a conseguir el objetivo final.
Qué es la motivación
La motivación es una fuerza o impulso que hace a las personas actuar de una manera concreta. Generalmente la motivación es algo positivo, pues se puede considerar como el deseo detonador que lleva a las personas a realizar actos, sean pequeños (como levantarse por la mañana) o grandes (como montar una empresa).
Existen dos tipos de motivación: la primaria, basada en cuestiones instintivas y la necesidad de satisfacer necesidades esenciales como el hambre; y la secundaria, basada en cuestiones aprendidas. Esta última satisface necesidades que pueden o no estar relacionados indirectamente con los motivos primarios (amor, riqueza, amistad…).
Por qué es importante estar motivado
La motivación primaria es básica para mantenerse con vida y a salvo, ya que ayuda a satisfacer las necesidades esenciales. Por su parte, tener motivación secundaria –tanto en el ámbito personal como el laboral- es imprescindible para lograr metas y objetivos que hagan crecer a la persona.
La motivación es un elemento esencial para mantenerse en acción hacia el éxito (sea cual sea éste para cada uno) y así sentirse satisfecho con la propia vida. Además la motivación está muy ligada a la superación. Cuando una persona ha logrado alguna meta debe superarse para no caer en la rutina y el aburrimiento. Establecer nuevas metas que lleven a cumplir los sueños deseados está estrechamente vinculado con la motivación y la plenitud de la vida.
Cómo conseguir motivación
En la consecución de una meta es habitual que la motivación sufra subidas y bajadas. En contra de lo que alguna gente piensa, la motivación no sólo le falta a las personas que están tocando fondo, sino que todo el mundo en algún momento de su vida ha necesitado que le ayuden a motivarse para lograr objetivos. Para mantenerse motivado, se debe:
- Determinar las metas y no perderlas de vista: para estar motivado primero hay que establecer un objetivo a conseguir. Éste debe ser concreto, realista y acotado en un lapso de tiempo específico que permita cumplirlo. Una vez elegido, es importante tenerlo en mente y no olvidarlo. Para ello se puede, por ejemplo, escribir la meta en una hoja y pegarla en algún lugar que se vea todos los días.
- Pensar en periodos cortos de tiempo: las metas complicadas y alargadas en el tiempo son muy difíciles de afrontar. Por ejemplo, para motivarse a bajar de peso es más fácil pensar en hacer 30 minutos de ejercicio al día que tener en mente la meta final de reducir 10 kilogramos en 3 meses.
- Ser positivo: la positividad ayuda a lidiar con las situaciones complicadas y aumenta la productividad.
- Separar los problemas personales y laborales: mantener la línea entre lo profesional y lo personal ayuda a estar motivado y centrado en la tarea que se esté realizando en ese momento. Pensar en problemas personales durante el horario de trabajo no ayuda a resolverlos y además distrae de la tarea.
- Pedir ayuda: en ocasiones conseguir los objetivos no es fácil, lo que puede provocar que se caiga en el desánimo. Un poco de ayuda puede facilitar la consecución de la meta y evita la pérdida de motivación.
- Ser apasionado: trabajar sin pasión es mucho más aburrido. Cuando se disfruta del proceso, además, se trabaja mejor.
- Rodearse de gente positiva: la negatividad sólo genera más problemas. Tener gente alrededor que anime a conseguir el objetivo ayuda a mantener la motivación.
- Controlar la impulsividad: la impulsividad es el deseo de hacer otras cosas en un determinado momento. Su control puede ser sencillo, ya que la mayor parte de los impulsos vienen de las interrupciones del entorno. Si se evitan estas interrupciones, crecerá la motivación al no verse apartado del camino a la meta.
- Tener un hobby: conseguir metas, especialmente las laborales, puede ser un proceso estresante. Es importante tener una actividad de ocio que evada la mente en momentos de tristeza o estrés.
- Hablar con uno mismo: hay que sustituir las palabras “no puedo hacerlo” por “puedo hacerlo”.
- Reconocer los éxitos: se obtienen mejores resultados y más motivación cuando se acepta el reconocimiento del duro trabajo que hay detrás de ellos.
- Dormir bien: con descanso se consigue una mejor disposición para hacer las cosas.
Seguir estos consejos ayudará a mantener la ilusión y el impulso de conseguir los objetivos y, consecuentemente, a sentirse satisfecho con la propia vida.