Descansar apropiadamente es imprescindible para mantener un buen estado de salud tanto mental como física. Existen muchas recomendaciones sobre cómo disfrutar de un sueño reparador y qué evitar a la hora de irse a dormir (móviles, televisiones…) pero también es común que se propaguen ciertos mitos sobre el sueño que, lejos de ser beneficiosos, pueden incluso resultar perjudiciales para la salud.
1. Se deben dormir 8 horas: la duración del sueño depende de cada individuo. Algunos tienen suficiente con seis horas mientras que otros necesitan nueve. En realidad según los expertos lo importante es completar al menos 5 veces el ciclo de sueño, lo que requiere de aproximadamente 7 horas y media.
2. Dormir 5 horas es suficiente: muchas personas defienden que esto es así para poder invertir más tiempo en el trabajo. Sin embargo los investigadores aseguran que este es uno de los mitos del sueño más perjudiciales para la salud. Dormir cinco horas o menos de forma habitual puede aumentar el riesgo de padecer problemas como ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares.
3. Las horas de sueño se pueden recuperar: si bien una siesta puede ayudar a disminuir el cansancio de ese día, la falta de sueño prolongada acabará afectando a la salud. Dormir unas horas más durante el fin de semana no reducirá los efectos que la falta de sueño tiene en el organismo.
4. Las personas mayores necesitan dormir menos: se recomienda que los adultos duerman entre siete y nueve horas, independientemente de su edad. Las personas mayores no tienen que dormir menos aunque sí es habitual que hagan varias siestas al día y descansen menos por la noche.
5. Beber alcohol antes de dormir facilita el sueño: según los expertos, el alcohol puede ayudar a quedarse dormido pero reduce la calidad del sueño, ya que interrumpe la etapa del sueño REM y puede dar ganas de ir al baño.
6. Quedarse en la cama ayuda cuando a conciliar el sueño: si el sueño no llega después de unos 15 o 20 minutos lo mejor es levantarse y hacer alguna actividad que no requiera mucha concentración para relajarse. Si por el contrario se permanece tumbado, comenzará a asociarse la cama con el insomnio.
7. Retrasar la alarma del despertador hará que estés más descansado: lo mejor es levantarse una vez que suene la alarma ya que, aunque el cuerpo se vuelva a dormir, el sueño será ligero y de baja calidad. Unos pocos minutos más en la cama no harán que estés más descansado.
8. Roncar es inofensivo: roncar puede ser un signo del trastorno de la apnea del sueño. Si se ronca de forma habitual y fuerte lo mejor es acudir a un médico, ya que la apnea del sueño aumenta el riesgo de desarrollar presión arterial alta o sufrir un derrame cerebral entre otros problemas de salud.
9. Con la luna llena se duerme peor: no está demostrado científicamente que la luna llena tenga influencia sobre la calidad del sueño.
10. La ventana debe estar abierta por la noche: hay que cuidar mucho la temperatura del dormitorio a la hora de acostarse. Se recomienda que la habitación esté en torno a los 18 o los 22 grados, por lo que abrir la ventana dependerá del frío o calor que haga fuera.
11. Si te acuestas antes, duermes mejor: un sueño largo no es sinónimo de un sueño de calidad. Si bien las primeras horas de sueño son más reparadoras, acostarse pronto no implica que se vaya a conciliar antes el sueño ni que se vaya a descansar mejor. De hecho, forzar el cuerpo a dormir tampoco es recomendable.
12. Hacer deporte induce al sueño: el deporte es beneficioso para la salud pero realizar ejercicio físico intenso antes de dormir puede interferir en el sueño. Se aconseja que pasen al menos dos horas antes de acostarse.
13. Dormir bien significa no despertarse durante la noche: esto es falso porque en realidad el cuerpo se despierta varias veces cada noche pero luego lo olvida.