Desde hace once años, cada 26 de septiembre se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Anticoncepción. El objetivo de dicha conmemoración no es otro que mejorar la salud sexual y reproductiva mediante la sensibilización y difusión de la información sobre sexualidad y anticoncepción. Así, la Sociedad Española de la Contracepción (SEC), ha emitido un manifiesto para reivindicar un mayor y mejor acceso de los adolescentes a la educación en salud sexual y reproductiva, y unos anticonceptivos “más eficaces”.
Tal como recogen, en 2016, la persistencia de altas tasas de lo que se conoce como IVE (Interrupción Voluntaria del Embarazo) en menores de 19 años -8.97 por cada mil mujeres- así como “un alarmante incremento de enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea, la sifilis o el VIH -SIDA- son “razones suficientes” para la emisión de dicho manifiesto.
La Organización Mundial de la Salud establece en la adolescencia la etapa más importante en la vida del ser humano. El Comité de los Derechos del Niño (CRC) de la ONU ha desarrollado análisis frecuentes sobre la necesidad del acceso a la educación sexual y ha solicitado a sus estados miembros – entre ellos, España- que adopten las medidas necesarias para proveer de información, educación y servicios de planificación familiar y salud reproductiva a sus jóvenes. Especialmente preocupan aquellas zonas donde la educación sobre salud reproductiva no se contempla en educaciones primarias o secundarias.
También, el CRC anima a que los estados ofrezcan capacitación a los profesores y otros profesionales de la educación y a que supriman las barreras a la misma.
“Su futuro es nuestro futuro. Mejorar la vida de los adolescentes es apostar por mejorar nuestra sociedad. Una sociedad que viva en igualdad y garantice el acceso a la contracepción eficaz hará que nuestros adolescentes puedan vivir su vida con salud y prepararse para un futuro prometedor”, recalcan.
Además, exigen el cumplimiento “estricto, urgente y obligatorio” de la legislación – la L.O. 2/2010 del 3 de marzo aborda la salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo– y demanda también el compromiso “efectivo y necesario de la educación sanitaria integral y de la perspectiva de género y la información sanitaria sobre anticoncepción y sexo seguro que prevenga tanto infecciones de transmisión sexual como embarazos no deseados”.