El embarazo a partir de los 50 años aumenta el riesgo de mortalidad tanto del feto como de la madre y la prevalencia e incidencia de patologías que pueden empeorar con la gestación y suponer peligros en el parto.
Esta realidad reabre el interrogante de si debe establecerse un límite de edad en las técnicas de reproducción asistida que han hecho que cada vez sean más frecuentes los casos de madres añosas, el último, una mujer holandesa de 63 años que ha dado a luz a una niña. Patologías como la hipertensión o la diabetes son más comunes conforme se cumplen años, ha explicado hoy el doctor Nicolás Mendoza, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM).
Dichas afectaciones, cuyo riesgo de sufrirlas se acentúa con la llegada de la menopausia, empeoran la salud de la madre y del feto, lo que unido a otras también más frecuentes a esta edad, como el desprendimiento de placenta o el crecimiento fetal restringido, «hacen que el embarazo sea considerado de alto riesgo». Se estima que la edad fértil de la mujer termina alrededor de los 47-50 años, aunque desde los 35 la tasa de fertilidad espontánea desciende de forma rápida hasta valores del 5% y esto provoca que, a los 40, la esterilidad sea de alrededor del 65-70%.
Dificultades
«Como cualquier otra variable médica, estos datos fluctúan de unas personas a otras y, así, habrá mujeres que tengan grandes dificultades a los 38 años mientras que otras necesitarán anticonceptivos hasta la edad de la menopausia», ha aclarado el doctor. Mendoza ha recordado que la mujer nace con un número fijo de óvulos, pero conforme van pasando los años disminuye tanto la cantidad de los ovocitos como su calidad, lo que se traduce en que los embarazos sean menos frecuentes y los abortos precoces más comunes.
No obstante, a partir de los 40 si la mujer después de tres o seis meses buscando el embarazo no lo consigue, es el momento de iniciar un estudio y posiblemente plantearse técnicas de reproducción asistida. Y en este sentido, a partir de esta edad la técnica más recomendada es la fecundación in vitro.
En los últimos años se ha producido un importante retraso en la maternidad, pasando de los de 22-23 años a los 32-33, la edad en la que la mujer tiene su primer hijo, lo que conlleva que pueda desear quedarse embarazada en la década de los 40. Cada vez es más frecuente que esta situación se produzca en los países industrializados, ha concluido Polo, por factores socioeconómicos como la incorporación de la mujer al mercado laboral, la ampliación del periodo de formación mas allá del universitario o el simple hecho de que cada vez se decide más tarde formar una pareja y formalizar una relación.