La cobertura universal de salud para las condiciones de los Objetivos de Desarrollo en Salud (ODS) podría evitar 8.6 millones de muertes al año, siempre que la expansión de la cobertura del servicio se acompañe de inversiones en sistemas de salud de alta calidad. De ellas, 3.6 se debieron al no requerimiento de atención médica. A esa conclusión llegaron un grupo de investigadores que llevaron a cabo un análisis sobre la mortalidad en casi centenar y medio de países con ingresos medios altos. En otras palabras: citada cobertura pretende mejorar la salud en esos países, pero dependerá de la calidad de la asistencia sanitaria.
Así lo sostienen los propios investigadores en un estudio que ha publicado la revista médica británica ‘The Lancet’. https://es.wikipedia.org/wiki/The_Lancet La investigación, financiada por la Fundación Bill y Melinda Gates, empleó datos del estudio ‘Global Burden of Disease’ de 2016.
También analizaron la utilización de asistencia sanitaria con resultados en base a las encuestas poblacionales para analizar por separado el porcentaje de mortalidad factible que se puede achacar al no empleo de la asistencia sanitaria frente a la que se atribuye a la recibida y considerada como “de mala calidad”, tal como refleja ‘Acta Sanitaria’.
LOS DATOS
En sus conclusiones destacaron que 15.6 millones de fallecimientos se produjeron por 61 enfermedades en países de ingresos bajos y medianos durante 2016. Tras excluir las muertes evitables a través de medidas de Salud pública, 8.6 fueron señaladas como “susceptibles” de atención médica, de las cuales, 5 se debieron a la recepción de atención de mala calidad y 3.6, directamente, al no requerimiento de atención médica.
“La mala calidad en la atención de la salud fue un factor importante del exceso de mortalidad en todas las enfermedades, desde cardiovasculares y lesiones hasta trastornos neonatales y transmisibles”, explican los expertos.