Así, los eurodiputados han considerado que esta agenda común a todos los Estados miembros debe centrarse en la detección precoz y en la investigación de los factores de riesgo, dado que, «en Europa, más de siete millones de personas padecen Alzheimer u otras dolencias relacionadas y se espera que esta cifra se duplique de aquí a 2020».
La resolución anima a mejorar los datos epidemiológicos sobre el Alzheimer y otras formas de demencia, en particular en sus fases asintomáticas y anteriores a la manifestación de la discapacidad.
DIAGNÓSTICO PRECOZ
El PE ha subrayado la importancia de las pruebas diagnósticas tempranas, la investigación de los factores de riesgo (como los medioambientales), y los criterios de diagnóstico precoz. Asimismo, consideran fundamental la elaboración de estudios epidemiológicos y clínicos a gran escala en régimen de colaboración transnacional. La tasa de envejecimiento es un factor inquietante en el ámbito de la salud mental, por ello, señalan la importancia de la investigación sobre la relación entre el proceso de envejecimiento y la demencia, y entre la demencia y la depresión en las personas de edad avanzada.
A este respecto, la Eurocámara insta a los Estados miembros a promover programas de investigación que concedan mayor importancia a las decisiones del paciente.
Estos programas deben centrarse en la «prevención, los biomarcadores, (incluida la genética de susceptibilidad), los métodos de diagnóstico por imágenes, la estandarización de criterios e instrumentos de diagnóstico y la creación de bases de datos que puedan usarse para estudios de población, estrategias de tratamiento y estudios clínicos de nuevas sustancias químicas y biológicas, nuevas vacunas y nuevas tecnologías».
AÑO EUROPEO DEL CEREBRO
Uno de los aspectos fundamentales en este tema es la información y sensibilización de los ciudadanos. Por ello, la Eurocámara ha sugerido al Consejo y a la Comisión que examinen la posibilidad de proclamar un ‘Año Europeo del Cerebro’, para difundir entre el público el conocimiento de las enfermedades cerebrales asociadas al envejecimiento y de las medidas con que pueden prevenirse.
Y como la prevención es fundamental, los Estados miembros deben informar al público acerca de los cambios de estilo de vida que pueden retrasar la aparición de las enfermedades neurodegenerativas, en especial el Alzheimer y el Parkinson, y fomentar estilos de vida beneficiosos para la salud cerebral.