Los profesores se integrarán en el grupo de empleados de servicios esenciales básicos (policías, bomberos, funcionarios de prisiones, empleados del transporte público) que también serán vacunados contra la gripe A. Así lo anunció ayer la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, a «petición expresa» de su homólogo de Educación, Ángel Gabilondo, con el que mantuvo una reunión para evaluar las consecuencias de la nueva gripe en los centros escolares. Eso sí, la medida «hoy por hoy» no retrasará el inicio del curso escolar.
Para que los docentes sean incluidos entre los grupos de riesgo, el Ministerio de Sanidad lo trasladará previamente, como es preceptivo, a la Comisión de Salud Pública. Este órgano, que se encargará de dar el visto bueno definitivo a esta propuesta, deberá concretar además si la inmunización afecta a los docentes de todos los niveles de la enseñanza -colegios, institutos y universidades- o si se circunscribe únicamente a los profesores de los alumnos menores de 14 años.
El colectivo del profesorado se unirá, de esta manera, a los grupos de riesgo contemplados hasta ahora por Sanidad para ser inmunizados. Esto es, los niños hasta 14 años (6,5 millones); las embarazadas (0,5 millones); las personas afectadas por patologías crónicas severas (4,5 millones), y el personal sanitario -médicos y enfermeras- (se estima que unas 600.000 personas), además de los trabajadores de los servicios esenciales mencionados, cuyo número global se desconoce.
Jiménez acogió de buen grado la solicitud de Gabilondo bajo el argumento de que, «al igual que no podemos prescindir de los médicos, tampoco podemos prescindir de los profesores». Ambos ministros estudiaron la vuelta al colegio tras las vacaciones y su coincidencia con la fase en la que, con seguridad, aumentará la virulencia del virus.
Como viene siendo tónica habitual en sus declaraciones, Jiménez quitó alarmismo al regreso a las aulas y su coincidencia con la llegada del otoño, cuando se prevé que la difusión de la gripe sea mayor. La ministra, no obstante, matizó que «hoy por hoy», es decir, mientras eventuales circunstancias no lo aconsejen, no se contempla ni retrasar el inicio del curso escolar ni, por supuesto, el cierre de los colegios.
Entre los planes preventivos, mencionó la ministra una campaña de información específica dirigida a los centros escolares, una suerte de ‘guía para los colegios’ para evitar contagios, como medidas higiénicas elementales, o, en el caso de resultar infectados por la gripe A, cómo actuar correctamente. En fin, conocer los protocolos de actuación precisos si aparece algún síntoma gripal en las aulas.
Vigilancia y control
Junto a esta campaña informativa, se activarán las de vigilancia y control específicas para los alumnos que presenten síntomas del virus. La titular de Sanidad ya adelantó que, cuando comiencen las clases, parece más que evidente que la vacuna contra la nueva gripe no estará todavía disponible, por lo que es prematuro adelantar si los mismos centros educativos pueden ser utilizados para vacunar a los menores de 14 años.
La ministra vino a decir que ésas son decisiones clínicas que se adoptarán una vez se disponga de los medicamentos de inmunización y que, en cualquier caso, se adoptarán siempre en coordinación con las comunidades autónomas, cuyos responsables sanitarios determinarán el procedimiento a seguir.
Como en anteriores ocasiones, Jiménez justificó que, de momento, no tiene ningún sentido alterar el calendario escolar. Primero, porque no ha sido recomendado por la OMS y, segundo, porque una decisión de este calado no parece que surtiera efecto para evitar el contagio, máxime cuando el virus circula ya libremente y su expansión es imparable. Si acaso, matizó, podría retrasarse el contagio unos días, pero lo esencial reside en los controles epidemiológicos frente a la pandemia.
Grupos de riesgo
Tras incluir a los profesores entre los colectivos que serán vacunados en España, resta por conocer de forma oficial los grupos de riesgo que serán determinados formalmente por los ministros de Sanidad de la UE, que se reunirán en septiembre. También queda por definir si el grupo de trabajadores de servicios esenciales básicos lo integrará algún colectivo profesional más. Sanidad abordará este asunto con el Comité Ejecutivo Nacional para la prevención de la pandemia, donde también están representados otros ministerios como los de Defensa e Interior, y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) en una reunión específica.
Por su parte, la portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Soraya Sáenz de Santamaría, pidió al Gobierno que «el dinero no sea un problema» a la hora de vacunar contra la gripe A en España y ampliar su cobertura a un mayor grupo de población como ya lo ha hecho Francia, donde ser vacunará al 70% de la población. La dirigente popular volvió a brindar el apoyo de su partido al ministerio de Sanidad en la crisis de la gripe A.