Se trata del primer estudio prospectivo que ha analizado durante la última década la hipertensión enmascarada durante la infancia «para determinar los factores de los niños con mayor riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular y poder así revertir la tendencia de esta patología «, ha explicado la jefa del servicio de Pediatría del General, Empar Lurbe.
Los resultados demostraron que los varones hipertensos enmascarados procedieron a desarrollar la hipertensión con mayor frecuencia que las niñas, con un 50 por ciento frente a al 17 de hipertensas enmascaradas. Las causas pueden responder al diferente patrón de crecimiento por sexos y el papel que juegan las hormonas. La importancia de esta investigación reside en la demostración de la necesidad de un diagnóstico y un seguimiento temprano ya que la hipertensión enmascarada (valores normales de presión arterial en la consulta y elevados durante la actividad normal) en la niñez es precursora de otras patologías.
Lurbe ha resaltado «la necesidad de actuar no solo sobre los niños que ya tienen hipertensión, sino sobre aquellos en riesgo como son hijos de padres hipertensos o que tienen sobrepeso u obesidad. El estudio demuestra la importancia de ahondar en el origen de una enfermedad futura desde su génesis». Por otro lado, destaca también la importancia de desarrollar campañas de prevención desde la infancia que ayuden a evitar el riesgo de padecer diferentes enfermedades en la población adulta.
La hipertensión arterial es el problema de salud pública más importante de los países desarrollados. Hasta un 44 por ciento de los adultos españoles (45% hombres y 43% mujeres) de edad media entre 35 y 65 años presentan valores de presión arterial por encima de los adecuados o están en tratamiento con antihipertensivos. La hipertensión repercute desfavorablemente sobre los órganos como el corazón, los riñones, el cerebro o los vasos sanguíneos provocando enfermedades cardiovasculares, patologías renales o diabetes, entre las más frecuentes.
Se habla de hipertensión arterial enmascarada cuando un paciente muestra una presión arterial dentro de los valores de referencia cuando se le mide en consulta y sin embargo, fuera de ella esos valores se elevan por encima de lo que debieran. Se estima que en nuestro país el 40 por ciento de los hipertensos están controlados y el 10 por ciento de la población general padece hipertensión enmascarada, según la Sociedad Española de Hipertensión.