Los niños menores de dos años son los que sufren la mayor parte de los casos de maltrato físico infantil que son detectados por los servicios pediátricos, según se desprende de un estudio elaborado por un equipo médico multidisciplinar de Salamanca.
El estudio, facilitado hoy a Efe y que va a ser presentado en el marco de la reunión de la Sociedad de Pediatría de Asturias, Cantabria y Castilla y León que se celebra desde hoy en Salamanca, desvela además que los abusos sexuales a menores suelen ser más frecuentes a partir de los nueve años, sobre todo de los doce a los quince.
Los responsables del estudio, entre los que se encuentra el médico Javier Pellegrini, desvelan la dificultad de aportar «cifras fidedignas» sobre la incidencia del maltrato infantil, «dado que no se detectan la mayoría de los casos y que muchos de los que se detectan no se notifican».
A pesar de ello, en España la prevalencia de casos confirmados de maltrato es de 70 por cada 100.000 niños, un porcentaje menor al de países como Estados Unidos, donde se estima que en torno a 1.210 de cada 100.000 niños son víctimas de esta lacra social. Los pediatras salmantinos aseguran que, aunque el problema afecta a niños de todas las edades, el maltrato físico es más frecuente en menores de dos años.
En este sentido, el estudio añade que el maltrato infantil puede darse en familias de cualquier clase social y no es necesario un contexto de violencia mantenido para que se produzca. Así, se desvela también que a pesar de estos episodios de agresiones «muchos niños quieren a sus padres» y manifiestan cariño hacia ellos. Aunque está descrita una mayor incidencia en familias desestructuradas y en presencia de desórdenes mentales, no está descrito un perfil específico del maltratador infantil.
A pesar de no existir tal perfil, sí hay unas características que se repiten en estas personas, como son la falta de habilidades sociales, la baja tolerancia a la frustración, los sentimientos de incompetencia como padres, la presencia de expectativas no realistas con los hijos o la percepción de la conducta de los hijos como algo estresante. Otros factores de riesgo descritos incluyen la presencia de dos o más hermanos, la violencia en la pareja, las madres solteras y las patologías crónicas y discapacidades en los niños.
Durante el encuentro, que reúne en La Hospedería Fonseca de la Universidad de Salamanca a 200 especialistas en pediatría de Asturias, Cantabria y Castilla y León, también se han dado a conocer las conclusiones de un estudio en el que participan 18 centros de nueve países, coordinado desde Salamanca, sobre el asma infantil. Entre las conclusiones del estudio destaca que cerca del 40 por ciento de los menores de un año padecen sibilaciones (síntomas de asma que producen ruidos en el aparato respiratorio). De esta cifra, entre un 10 y un 15 por ciento podrían desarrollar cuadros asmáticos posteriormente, tal y como ha informado el secretario de la Sociedad de Pediatría, Javier Pellegrini.