Las personas que padecen insomnio de conciliación, intentan angustiosamente noche tras noche quedarse dormidos, resultando en la mayoría de las ocasiones misión imposible. Esta sigue siendo la causa principal de insomnio en la mayoría de la población que lo padece, y está asociado a momentos de estrés y nerviosismo puramente coyunturales, trastornos de diferente tipo (ansiedad, depresión…), y alimentación (demasiada cafeína en la dieta…), entre otros. Sin entrar en el abordaje mediante terapia farmacológica, existe la posibilidad de manejar la situación desde la perspectiva de las técnicas de relajación.
Con un entrenamiento inicial adecuado y practicándolas cada noche antes de dormir, pueden convertirse en nuestras aliadas cuando ya casi sintamos que el sueño para nosotros es una “batalla perdida”. En Grupo Lo Monaco recomiendan las siguientes:
– Respiración abdominal (o diafragmática): es una de las técnicas más utilizadas.Para poder realizarla de la mejor forma posible, tenemos que encontrarnos cómodos (tanto con la ropa que llevamos puesta como con el espacio en el que nos encontramos). La postura forma parte de este proceso de relajación: podemos estar tumbados o sentados pero de tal manera que no ejerzamos demasiada presión sobre ningún punto de nuestro cuerpo. Si nos tumbamos, podemos separar y flexionar un poco las rodillas (formando una “tienda de campaña”) para que nos resulte más confortable. Además, si lo preferimos podemos poner una mano sobre nuestro pecho y la otra sobre el abdomen para poder apreciar mejor los movimientos. Debemos respirar lentamente, inspirando por la nariz y manteniendo el aire unos 3 o 4 segundos para posteriormente espirarlo durante unos 5 segundos. Y repetir este proceso tantas veces como sea necesario hasta sentirnos completamente relajados.
– Ejercicios: íntimamente relacionado con el anterior, existe una serie de ejercicios que estimulan este proceso de relajación. Manteniendo la misma postura y respiración que en la técnica anterior, empezaríamos tensando cada parte de nuestro cuerpo en orden ascendente, es decir, empezando por los dedos de los pies, los gemelos, los glúteos, etc. Tensamos durante unos segundos y sentimos como al relajar los músculos, expulsamos toda la tensión acumulada en cada zona. Repetir las veces que precisemos.
En todo este proceso es imprescindible la visualización de imágenes positivas o al menos tener la mente despejada, en blanco, para un resultado deseado.Ponernos cómodos, ropa amplía, intentar que nada ni nadie nos moleste y tumbarnos en nuestro colchón Nuevo Triple, quizás también nos ayude a relajarnos y hacer posible un sueño reconfortante y placentero.