Pensemos en una acción que repetimos todos los días de nuestra vida y a la que en muy pocas ocasiones prestamos atención: Levantarse de la cama es algo que realizamos todos los días de manera automática y que, creamos que en este momento nuestro cuerpo no funciona sin el café de la mañana.Es un momento ideal para tomar conciencia y podría ser una forma más de mimarnos.
Siguiendo unos breves consejos, quizás veremos el mundo con otros ojos:
• Cuando suene el despertador, aprovecha para abrir los ojos lentamente y piensa positivamente en todo lo bueno que te rodea: familia, amigos, compañeros de trabajo, y en las actividades motivadoras que vas a realizar en el día que comienza.
• Después aprovecha para realizar unos sencillos estiramientos durante cinco minutos. Con la espalda apoyada en el colchón, estira brazos y piernas todo lo que puedas, mueve las puntas de los pies hacia arriba y hacia abajo y abre y cierra las manos, acompañando estos estiramientos con la respiración adecuada: Respira profundamente por la nariz hasta llenar tus pulmones y expulsa el aire por la boca. De este modo calentarás los músculos y además oxigenarás correctamente tus pulmones y estarás listo para levantarte.
• Salir de la cama ¿de cualquier manera? Ni mucho menos. Todo tiene su ciencia: no debemos levantarnos directamente de la posición tumbado de espaldas, es el peor movimiento que se puede ofrecer a nuestro lumbago, ya que lo sometemos a una sobrecarga extrema. Debemos girarnos de costado, y después ayudándonos con el brazo, nos incorporaremos y nos sentaremos en el borde de la cama. Después con los dos pies apoyados en el suelo ya estamos listos para salir de nuestra cama, con las pilas bien cargadas de energía.
Y lo mejor, sumar estos consejos a tu descanso diario en un equipo de descanso de Grupo Lo Monaco… Notarás la diferencia.