Los ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) Omega-3 son nutrientes esenciales que intervienen en diferentes procesos fisiológicos a lo largo de las distintas etapas de la vida. Dada su importancia para la salud en las diferentes etapas de la vida, sumado al hecho de que el ser humano tiene escasa capacidad para sintetizarlos, la cantidad diaria recomendada de Omega-3 es, en general, de 250 mg/día (EPA + DHA), que se puede alcanzar con un consumo adecuado de pescado graso (“azul”) principalmente (2-3 raciones por semana). Otras fuentes alimentarias que pueden ser relevantes en el conjunto de la dieta son vegetales como los frutos secos y las leches enriquecidas, entre otras, siempre en el contexto de una dieta variada, equilibrada y con adecuada densidad nutricional.
Así lo han concluido el Prof. Gregorio Varela Moreiras, Presidente de la Fundación Española de Nutrición (FEN), Catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad CEU San Pablo de Madrid, y el Prof. Ángel Gil, Presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT) y Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada, en el acto de presentación del informe ‘La leche como vehículo de salud. Ácidos grasos poliinsaturados Omega-3: ingestas recomendadas y actuales, fuentes dietéticas y efectos en la cognición y salud cardiovascular’, celebrado en Madrid en el marco de la celebración del Día Mundial de la Leche el próximo 1 de junio. Este informe, impulsado por FEN y FINUT, y que ha contado con la colaboración del Instituto Puleva de Nutrición, recoge la evidencia científica actual en cuanto al valor de los ácidos grasos poliinsaturados Omega-3 para la salud humana y sus principales fuentes dietéticas, y analiza las ingestas actuales y recomendadas de la población española.
Estos nutrientes son beneficiosos en el control de determinados factores de riesgo cardiovascular, por lo que, tal y como manifestó el Dr. Gil “su consumo es totalmente recomendable para la prevención de la enfermedad cardiovascular”. Asimismo, la evidencia científica sustenta que las ingestas adecuadas de AGPI Omega 3 “contribuyen al adecuado desarrollo cerebral, así como a la agudeza visual en los niños, por lo que es un nutriente que ha de estar presente en la dieta desde los primeros días de vida”.
De la misma manera, el Informe hace un exhaustivo análisis de las recomendaciones de organismos como la FAO/WHO para la ingesta de AGPI Omega 3 en los diferentes grupos de población. Estas recomendaciones oscilan desde los 150 a 250 mg/día de EPA + DHA en el caso de niños de 4 a 6 años. En adultos la ingesta recomendada es de 250 mg/día, o incluso 300 mg/día durante el embarazo y lactancia.
De este modo, un vaso de leche enriquecida en Omega-3 proporciona aproximadamente 125mg de EPA+DHA, lo que representa en torno al 50% de la cantidad diaria recomendada para un adulto, si se toma el rango mínimo de las recomendaciones ofrecidas por la FAO/WHO anteriormente citadas (250mg/día). Por esta razón, tal y como concluyeron los expertos, “aunque el pescado es la principal fuente dietética de Omega-3, las leches enriquecidas, dentro del contexto de una dieta equilibrada, puede ser una alternativa útil a la hora de alcanzar de manera efectiva los aportes adecuados de ácidos grasos Omega 3 para cada uno de los grupos de edad”.