TIPOS
Vamos a realizar una distinción en cuatro variedades diferentes, en función del avanzado estado de las varices, y cómo afectan a quien las padecen.
Las varices de grado 1, producen en algunos casos producir sensación de pesadez y cansancio, principalmente en las piernas, aunque son un problema más estético que de otro tipo, lo que genera también que apenas se les tome en cuenta. Tanto en las varices de tipo 1 como en las de tipo 2 que vamos a explicar a continuación, no se necesita intervención quirúrgica, más bien, un tratamiento médico. Las varices de tipo 2, son más tortuosas, dilatadas y visibles. Esta variedad es problable que produzca sangrado de alguna vena y más dolor que las anteriores, generando por tanto, un problema real para la salud.
En las varices de tipo 3, se puede observar una simulación de cableado en las piernas, bastante más dilatado y tortuoso. Sin más remedio, se deben tratar mediante intervención en quirófano al igual que las de tipo 4 que van acompañadas de algunas complicaciones como los cambios tróficos de la piel, que consisten en cambios de color hacia el marrón oscuro, violeta o el ocre. Principalmente aparecen en el tercio inferior y tobillos, y la piel se endurece.
Uno de los factores que se deben evitar en la medida de lo posible, es que cuando aparezca el picor, no debemos rascarnos, ya que deriva en problemas bastante más graves como la úlcera varicosa, donde se rompen las capas de la piel, llegando incluso a formarse un hueco. Menos frecuente aunque más grave es el embolismo pulmonar, que puede llevar consigo hasta el infarto. La gravedad se produce cuando se forma un coágulo, debido a la obstrucción de una arteria pulmonar, penetra en el corazón y consigue llegar hasta las arterias pulmonares.
Si usted presenta alguno de estos factores, dentro de la tipología que sea, no dude en acudir a su médico cuanto antes, es la única forma de poder intervenir a tiempo.
