Las lesiones crónicas tendinosas, conocidas como tendinosis, han sido expuestas, en una sesión más de “Los Jueves Salud”, el acreditado ciclo que lleva a cabo como formación continuada de profesionales, el Colegio de Farmacéuticos de Granada. El doctor Nicolás Godoy Abad, especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Virgen de las Nieves, ha sido el invitado en esta ocasión.
La actividad deportiva de alta competición ocasiona con frecuencia lesiones tendinosas que constituyen un reto para su tratamiento. Su origen está en el proceso degenerativao íntimo de la resistente estructura del tendón, diseñada para soportar grandes tensiones y deformaciones cuando éstas exceden su capacidad de regeneración espontánea. La lesión crónica del tendón rotuliano de Rafael Nadal, en la imagen de todos está el vendaje permanente que lleva en la rodilla izquierda y su evidente cojera a pesar de sus éxitos, la ruptura del tendón de Aquiles del jugador de baloncesto Kobe Bryant, o del tendón rotuliano del brasileño Ronaldo, son las últimas consecuencias de estas lesiones que en muchos casos obligan a la retirada del deportista.
Los tratamientos son variables, y aunque el mejor es evitarlo con una prevención adecuada, con ejercicio y preparación equilibrados, oscilan desde los casos más leves simplemente con la restricción de la actividad intensa y fisioterapia adecuada, fundamentalmente los llamados ejercicios excéntricos, a terapias más complejas y de resultados discutibles. La inyección de diferentes sustancias, como plasma rico en plaquetas, que últimamente se ha puesto de moda, aunque su eficacia está aún por demostrar, o los corticoides inyectados en la zona dolorosa, muy controvertidos, no se aconsejan, porque aumenta el peligro de contribuir al proceso degenerativo y a la rotura del tendón.
Intervención
La intervención quirúrgica es utilizada en los casos extremos para reparar el tendón roto, o extirpara áreas de regeneración fallidas, estimulando la respueta de las células viables para una curación adecuada. Las técnicas convencionale se hacían por cirugía abierta, aunque últimamente se está utilizando cirugía mínimamente invasiva para tratar de extirpar la zona degenerada tendinosa con estímulos de radiofrecuencia, corriente galvánica y ondas de choque ultrasónicas. Hace escasas fechas apareció en la prens una nota de una intervención quirúrgica que se iba a realizar en ambas rodilas del jugador de baloncesto Pau Gasol. El procedimiento se llama FAST (Fasciotomy and Surgical Teotomy).
Para ello, se utiliza técnica ultrasónica de localización de la lesión y una sonda que ejerce las funciones de un bisturí tradicional, y que solamente a través de una incisión mínima y con energía de ultrasonidos, extirpa los tejidos lesionados sin afectar la zona tendinosa asna. No obstante, existen estudios científicos validados de alto nivel de evidencia para concluir que estos últimos procedimientos son los mejores para conseguir restaurar los tendones a una situación de normalidad funcional.