No nos cansamos de repetirlo, mientras descansas cómodamente en tu colchón, ocurren en el organismo diferentes procesos regenerativos, y mientras que suceden, la piel es una de las grandes beneficiadas. Pero no todas las horas son iguales en lo que a regeneración de la piel se refiere, existe un lapso de tiempo mientras dormimos (las llamadas Golden Hours) en la que la piel alcanza su nivel máximo de recuperación.
Dormir 6 horas ¡qué mínimo!
El número de horas que dormimos influye directamente en la salud de nuestra piel, esto es un conocimiento compartido popularmente, pero lo que ahora también se sabe es que las primeras horas del sueño –que algunos estudios identifican con las cuatro primeras entre las 10 de la noche y las 2 de la mañana– son las más importantes.
Durante estas cuatro horas, la hormona del crecimiento alcanza altas concentraciones en sangre. Esta hormona, es la responsable de la mineralización de los huesos, el incremento de la masa muscular, estimula el crecimiento de los órganos y durante su pico máximo, la piel entra en un estado de regeneración y cicatrización.
¿Acostarse pronto para provechar las Golden Hours?
Aunque algunos expertos aseguran que las Horas doradas del sueño ocurren entre las 10 de la noche y las 2 de la madrugada, esta afirmación no debe tomarse al pie de la letra, en el sentido que cada persona tiene su propio reloj biológico, y un estilo de vida individual que condiciona la manera en que su organismo funciona.
Lo importante es dormir un número determinado de horas, que permitan que nuestras fases del sueño se desarrollen naturalmente y sobre todo, la fase de ondas lentas, la que parece ser realmente reparadora y clave para la regeneración de nuestra piel. Además, marcar una rutina a nuestro organismo ayuda y mucho, los ciclos repetitivos influyen de manera directa en nuestros ciclos biológicos y facilita que nuestro organismo se ajuste y, por tanto, que se aprovechen al máximo las horas de sueño.
Además parece funcionar el no comer nada al menos una hora antes de irnos a dormir (la concentración de glucosa en la sangre hace que se libere insulina y ésta interfiere en el pico nocturno de la hormona del crecimiento).
Estimula tu piel antes de dormir con un masaje
Para completar la rutina y conseguir levantarnos radiantes, debemos estimular la musculatura facial antes de ir a dormir. Estaríamos hablando de una presión suave pero eficaz sobre las diferentes zonas de nuestro rostro, que serviría además para relajarnos y para estimular la circulación sanguínea, aprovechando por ejemplo el momento en el que hidratamos nuestra piel y que formaría parte de la rutina a adoptar antes de ir a la cama.