Actúa en el sistema óseo, favorece la formación del colágeno y fortalece la dentadura. Previene las infecciones y potencia la absorción de hierro en dosis óptimas para el organismo. Además se establece como una protectora de vitaminas como la A y la E evitando su correspondiente oxidación, del mismo modo que en algunos de los compuestos la vitamina B tales como la riboflavina o el ácido fólico. Hablamos de la vitamina C, la madre de las hidrosolubles.
‘Enemiga’ de los alimentos de origen animal, se asienta por tanto en los provenientes de los vegetales y frutas. Desde las coliflores o las coles hasta los pimientos, las espinacas o las papas se presentan como excelentes cobijos para esta vitamina, en la primera de las fuentes portadoras. En el segundo de ellas, el perteneciente a las frutas, melón, piña, manzana o la naranja, son sus principales asentamientos.
Por otra parte, sus funciones son extensas y variadas. Y es que la vitamina C es una de los aportes alimenticios más completos que existen. Su función antioxidante permite al organismo deshacerse de sustancias tóxicas (embutidos o carne pre-cocinadas). Una vez dicho esto, protege el sistema inmune así como ejerce de escudo ante los compuestos nocivos para el organismo que provienen del tabaco industrial.
También erradica el estreñimiento por sus propiedades laxantes, ayuda en la cicatrización de las heridas y regenera la piel tras cualquier tipo de quemadura. La visión también se ve fortalecida al impedir la aparición de los glaucomas.
Sin ella…
Pérdida del esmalte dental, acarreando un excesivo sangrado en las encías así como en las fosas nasales y eliminación de la función hidratante del propio organismo potenciando la posible aspereza de partes como las manos o los pies.
Aunque si su aparición es prácticamente nula, el ser (mal nutrido) acontece a la experimentación de ciertos síntomas como una debilidad general en el cuerpo, provocando una mayor incidencia de hemorragias en distintas áreas.
Tonifica los tejidos
Como última aportación citar que aquellos sujetos que ingieran dosis diarias de antibióticos, deben acudir a un suplemento de la vitamina C principalmente para el mantenimiento tonificador de los tejidos. Y además, restablece las condiciones físicas en embarazadas, asmáticos y alcohólicos.
En definitiva, propiedad de propiedades que fue hallada como petición humana inconsciente para la erradicación de ciertos males en el hombre. Concretamente, el encuentro se produjo en el siglo XVIII por un cirujano llamado James Lind. Desde entonces, la relación a creado un verdadero vínculo combativo al tiempo que ha paliado y mitigado los ataques que en ocasiones, el organismo casi no soporta. Es decir, las enfermedades.