La ventilación

ventiSe denomina  ventilación pulmonar al conjunto de procesos que hacen fluir el aire entre la atmósfera y los alvéolos pulmonares a través de los actos alternantes de la inspiración y la espiración.
Los factores que intervienen en esta mecánica son las vías aéreas internas, el diafragma y sus músculos asociados, la cavidad torácica formada por la columna vertebral, el esternón y las costillas, la musculatura asociada y los mismos pulmones.
La ventilación es llevada a cabo por los músculos que cambian el volumen de la cavidad torácica y al hacerlo crean presiones negativas y positivas que mueven el aire adentro y afuera de los pulmones.

Hay dos grupos de músculos; aquellos como el diafragma, que causan el movimiento hacia arriba y hacia abajo, cambiando el tamaño de la cavidad torácica en la dirección vertical y aquellos que mueven las costillas hacia arriba y hacia abajo para cambiar el diámetro anterolateral del tórax.

Para poder sustituir la función respiratoria con aparatos mecánicos; se requiere la generación de una fuerza que supla la fase activa del ciclo respiratorio.
Una vez generada la fuerza necesaria, para que la inspiración se lleve a cabo, debe establecerse el mecanismo de ciclado que permita realizar cada una de las fases del ciclo ventilatorio; es decir, obtener las condiciones para que se inicie la inspiración, regular cuando debe terminar esta y facilitar que se realice la expiración.

Pese a lo aparentemente sencillo de la sustitución mecánica de la ventilación, no ha sido hasta fechas relativamente recientes que se ha conseguido hacerlo con fiabilidad.

ALGO DE HISTORIA

Los primeros pasos en la ventilación artificial se dieron en 1543 cuando Vesalio aplicó presión positiva a la traquea de un perro, manteniéndolo con vida. La dificultad de aplicar la misma conexión en pacientes humanos con los conocimientos y técnicas de la época hizo que no se volvieran a hacer intentos significativos hasta tres siglos más tarde.

En 1864 Alfred F. Jones idea una máquina que genera en el tórax del paciente una presión negativa, precursora de los posteriores pulmones de acero. Los pulmones de acero eran cámaras en las que se introducía el cuerpo del paciente, dejando fuera la cabeza, y en las que se aplicaba una presión negativa que distendía la caja torácica permitiendo la entrada de aire a los pulmones. Pero el paciente apenas podía moverse y los resultados eran malos a largo plazo.

Con la epidemia de poliomielitis de 1952 se observa la gran ventaja de emplear métodos de presión positiva para ventilar en lugar de los generadores de presión negativa tradicionales.

La ventilación mecánica se utiliza en situación de fracaso respiratorio, con el objetivo de mejorar la fisiopatología que lo ha provocado, reducir el trabajo respiratorio y mitigar la disnea.
Tradicionalmente, para aplicar la ventilación mecánica se instaura una vía aérea artificial (tubo endotraqueal o cánula traqueal) por lo que este tipo de ventilación se conoce como “ventilación invasiva”.
Las complicaciones potenciales derivadas de la utilización de esta técnica son neumonías, barotrauma, lesiones en la mucosa de la vía aérea alta, edemas, etc. y hacen que su uso sea restringido a las situaciones graves, en las que es
absolutamente necesaria.

La “ventilación mecánica no invasiva” implica ventilar sin invadir la vía aérea del paciente, es decir sin requerir de la intubación traqueal o de la traqueotomía. En su lugar utiliza una interfase de adaptación entre la tubuladura del ventilador mecánico y el paciente que se fija en forma casi hermética a la cara del mismo, alrededor de los orificios naturales (nariz y boca).

La tecnología moderna ha permitido el desarrollo de ventiladores mecánicos especialmente diseñados para ventilación no invasiva con modos ventilatorios que se ajustan a las necesidades de cada patología y cada paciente en particular. Esto ha permitido ampliar las indicaciones de la ventilación no invasiva y el entorno en el que se realiza, dejando de ser un procedimiento específico de las áreas de cuidados críticos para expandirse a otros ambientes hospitalarios e inclusive al domiciliario.

OXIMESA dispone de los ventiladores de la gama Elisée, fabricados por la reconocida marca ResMed, que disponen de distintos programas adaptables a las necesidades y circunstancias del paciente, permitiendo una mejor monitorización de los parámetros respiratorios y ocasionando el menor impacto sobre el parénquima pulmonar y sistema cardiovascular.

Los Ventiladores Elisée suponen un nuevo concepto en el campo de la Ventilación, ofreciendo en un solo equipo las prestaciones que hasta el momento requerían de tres dispositivos diferentes: Ventilación No Invasiva, Ventilación de Transporte y Ventilación Invasiva.
En un tamaño ultra-compacto, y con sólo 4 kilos de peso, toda la gama Elisée ofrece una pantalla táctil de programación y visualización de curvas, que permite un manejo óptimo del paciente.
Gracias a la enorme potencia y fiabilidad de la turbina generadora de presión de la gama Elisée la Ventilación No Invasiva se administra con tubuladura doble, lo que permite conocer de manera muy precisa los valores de la espiración del enfermo, y, lo que es más importante, evitar por completo el rebreathing.

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