Los países de la UE decidieron hoy promover medidas para combatir «con urgencia» el sedentarismo y los hábitos nutricionales inadecuados, ante el aumento de la obesidad y el incremento de las diferencias en la esperanza de vida entre los estados miembros.
El 68% de las muertes en la UE es por este tipo de dolencias relacionadas con la dieta y con la práctica de ejercicio físico, «y por lo tanto se pueden y se deben prevenir», destacó la ministra polaca de Sanidad, quien pidió a la UE «actuar con urgencia» en este sentido. Dichas enfermedades son las principales causantes de las grandes divergencias en la esperanza de vida en los diferentes estados miembros, de hasta 14 años entre los países del este y del oeste de la UE.
Pero estas desigualdades «también se dan muchas veces entre regiones de un mismo país», afirmó la directora general de Sanidad y Consumo de la CE, Paola Testori, quien también señaló que dichas diferencias «tienen que ver con las circunstancias socioeconómicas«. Kopacz destacó la necesidad de reducir la obesidad -otro de los factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares-, que afecta a entre el 8 y el 25 % de los adultos de la UE, y a uno de cada cinco niños europeos.
Los estados miembros plantearán estrategias y medidas concretas para promover los hábitos saludables y reducir la obesidad en un texto de conclusiones que prevén adoptar en el Consejo de Sanidad que se celebrará en Bruselas a comienzos de diciembre, según anunció la ministra polaca. Los ministros de la UE también se comprometieron a mejorar la detección temprana de las disfunciones relacionadas con la comunicación que se dan en los niños, como los problemas visuales o los auditivos.
En particular, apoyaron la creación de «centros europeos de referencia» que permitan agilizar la cooperación entre los estados miembros e intercambiar buenas prácticas sobre métodos de diagnóstico y de tratamiento, según explicó la ministra polaca. Señaló la importancia de detectar lo antes posible los problemas de percepción que puedan tener los niños, ya que estos «repercuten en su rendimiento escolar» y más adelante «pueden reducir sus posibilidades formativas y de empleo».
Asimismo, los países de la UE examinaron la aplicación de la directiva sobre trasplante de órganos, que entró en vigor el año pasado, y en este sentido citaron como ejemplo a España, un país cuyo sistema de donación inspiró la normativa europea, según destacó la ministra polaca.