El medio ambiente es la causa directa de más tres millones de muertes de niños cada año. De hecho, los factores medioambientales influyen en 82 de las 102 categorías de enfermedades y traumatismos enumeradas en el informe sobre salud en el mundo de la OMS.
La situación, por tanto, no deja lugar a dudas. Si bien es cierto que, cuando hablamos de enfermedades y afecciones relacionadas con el medio ambiente, no estamos hablando del mismo tipo de patologías en el tercer mundo que en los países desarrollados. En los países pobres, los problemas medioambientales tienen relación con la falta de necesidades básicas, como el acceso al agua potable, la canalización de recursos o el tipo de combustible que se utiliza en el interior de las viviendas.
En los países desarrollados, sin embargo, nos enfrentamos a una situación creciente de indefensión en lo que hace referencia a la salud infantil: baste con tener en cuenta el dato objetivo que supone el que en los últimos 20 años se han triplicado el número de muertes por problemas respiratorios y que el número de niños asmáticos ya suponga un 10 por ciento de la población infantil. La contaminación atmosférica, responsabilidad de la Administración Pública, es una de las principales causas, sin lugar a dudas.
Interacción
El hombre interactúa con su entorno, incluso antes de nacer, y esa relación le permite avanzar y desarrollarse como individuo y como ser social, pero también le obliga a observar, a cambiar hábitos y conductas que le permitan adaptarse a ese hábitat que él mismo ha modificado. Y es en ese espacio donde hay lugar para la acción preventiva de las familias en relación a la salud de sus niños y niñas. Ahora, cuando llega la primavera y, con el tiempo seco que estamos padeciendo, las ciudades se llenan de niños con máscaras en la cara.
Y todo ello sin entrar en temas tan graves como la contaminación de las aguas en Delhi, noticia que ha saltado a los medios y que ha provocado la reacción furibunda de la autoridades indias. Está claro que el mayor perjudicado por el deterioro del medio ambiente es quien lo causa, el hombre, y el efecto boomerang se está cebando con la salud de quienes más nos importan: nuestros hijos.