Imagínate que te despiertas de forma repentina porque has tenido una pesadilla, te sientes fatigado y angustiado, y de repente, notas que no puedes mover ni una sola parte de tu cuerpo: estás completamente paralizado, sientes una presión sobre el pecho, te falta el aire, ves borroso y no puedes percibir de forma clara los objetos que tienes a tu alrededor. Estarías sufriendo un episodio de la llamada “parálisis del sueño”, un trastorno de la conducta del sueño dentro de la categoría de las parasomnias (según la Clasificación Internacional de los Trastornos del Sueño).
Durante la fase REM, cuando soñamos, nuestro cuerpo experimenta una inhibición del movimiento y atonía, debido a ciertos aminoácidos neurotransmisores que el cerebro segrega y que son los causantes de que estemos inmóviles mientras soñamos. Cuando nos despertamos, ya sea de forma natural o con nuestro despertador, el cerebro deja de soñar, de producir estas sustancias y recobramos entonces el consciente. Las personas que padecen la “parálisis del sueño” se despiertan en el momento “erróneo”, de manera que muchas veces las visiones oníricas y la inhibición del control muscular, características de la fase REM persisten. Podemos estar totalmente despiertos, y todavía vernos asaltados por alucinaciones que parecen sueños o pesadillas, más terroríficos aun por nuestra incapacidad de movernos.
Según los estudios realizados por J.A.Cheyne y sus colegas de la Universidad de Waterloo, los episodios más frecuentes de “parálisis del sueño” se dan en las personas que también sufren narcolepsia, pero no son los únicos. De hecho, después de analizar una muestra de más de 300 personas llegaron a la conclusión que este trastorno es más común de lo esperado, ya que una tercera parte de los encuestados admitió haber padecido al menos una vez un episodio de “parálisis del sueño”.
Y ¿cómo afrontarla o intentar evitarla? Los especialistas coinciden en que tenemos que intentar dormir con regularidad, comer de forma saludable, hacer ejercicio de día y tomar alimentos ligeros por la noche. Durante un episodio de “parálisis de sueño” lo más recomendado es concentrarnos en nuestra respiración e intentar mover un brazo o una pierna para poder así salir más rápido de este estado tan molesto. Pero lo más importante es relajarnos, reconocer los síntomas, darnos cuenta que estamos tumbados en nuestro colchón Lo Monaco y que no hay nada de qué preocuparse.