Un estudio realizado por neumólogos del complejo hospitalario Virgen del Rocío de Sevilla ha confirmado la influencia negativa de la obesidad en los pacientes afectados por asma bronquial, según informa la Asociación de Neumología y Cirugía Torácica del Sur (Neumosur).
Esta investigación ha determinado que las personas con asma bronquial y un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 30 desarrollan síntomas más acentuados de esta enfermedad que aquellos pacientes con esta patología con un peso normal.
Así, se han apreciado diferencias considerables tanto en las espirometrías de estos dos tipos de enfermos como en los Tests de Control de Asma (ACT) que se les han realizado, en los niveles de óxido nítrico exhalado y en la cantidad de corticoides inhalados.
El estudio realizado durante un año en 242 pacientes afectados por asma bronquial señala que el grupo de enfermos asmáticos con obesidad (el 41 por ciento de los estudiados) necesita inhalar una mayor cantidad de corticoides y presenta un peor control del asma y un menor componente inflamatorio. En estos pacientes, la evolución de la enfermedad es distinta a la de los asmáticos que no presentan sobrepeso y, además, necesitan mayores dosis de corticoides inhalados, y aún así, el control de la enfermedad es peor.