El investigador Pedro Alonso (Hospital Clinic de Barcelona) ha anunciado que la vacuna para erradicar la malaria puede estar lista en 18 meses, tras demostrar que no es tóxica, por lo que ha pasado a la Fase III de la investigación. De este modo, 16.000 menores pertenecientes a siete países africanos, serán partícipes de un ensayo a gran escala.
El último paso será cerrar el debate de dónde, cuándo y a qué target poblacional llegará. La pronta puesta a punto de la vacuna permitirá combatir de frente a esta enfermedad, la cual, se cobra la vida de más de un millón de personas al año.
Un avance mayor que los dados hasta la fecha por investigadores como el doctor Manuel E.P o el médico militar Charles L. Alphonse al demostrar que se podrá curar en aquellos casos graves con un 50% de éxito. De este modo, esta nueva generación de vacunas supone un «gran paso» y una «enorme mejora» para los casos más complicados, según relató a la agencia de noticias Europa press el propio Alonso.
La picadura de la especie plasmodium (mosquito que suele aparecer en zonas pantanosas) es la causante de la malaria. El contagio directo entre humanos únicamente se da en embarazadas con el virus y que lo pueden trasmitir al feto. Entre sus principales síntomas se encuentran frecuentes y agudos episodios de fiebre, así como náuseas, vómitos y cefaleas. En una fase más avanzada, la fiebre puede superar los 40 grados centígrados en el afectado.
Rotura de los eritrocitos
Los parásitos producen la rotura de los eritrocitos adentrándose directamente en la sangre. Si no se pone freno a su avance, se producen continuados paroxismos y en algunos de los casos (se estima el 30% aproximadamente), provocan la muerte directa. Dentro de la especia plasmodium, existen diferentes tipos, según los cuales, la incidencia viral es mayor o menor.
Si la picadura proviene del subtipo vivax, únicamente será benigno. Por el contrario, si la contaminación viene provocada por la picadura de los subtipos ovale o falciparum, la complicación será severa ya que produce que el paludismo sea maligno. En este tipo de casos, el afectado sufrirá agudos escalofríos que podrán durar hasta una hora así como una multiplicación de efectos cuanto menos, severos.
La vacuna es segura
El estudio llevado a cabo en Mozambique sobre 2.000 niños infectados por este mal aire, puso de manifiesto su efectividad ya que redujo en casi un 40% los casos más severos durante un periodo de cuatro años. Para Alonso tras estos resultados, se ha dado un paso de gigante ya que hasta la fecha la administración de vacunas similares sólo erradicaban los síntomas durante un mes y medio.
Ya es hora de que se puedan paliar los efectos nocivos que produce una enfermedad como la malaria, la cual, afecta más de 200 millones de personas según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los niños de entre 1 y 5 años son el blanco más débil.
Por tanto, este nuevo avance es esperanzador. La única cuestión que queda pululando es el por qué no se ha trabajado con más insistencia en una enfermedad que afecta a varios cientos de millones a nivel mundial y, sin embargo, los esfuerzos de la empresa farmacéutica se han centrado en casi obligar a la población mundial a comprar el Tamiflú para la erradicación del virus A1HN1.