«Es un mito que la menopausia hace que una mujer aumente de peso», dijo la investigadora principal, Susan Davis, profesora de la Universidad de Monash en Melbourne, Australia. «En realidad eso es sólo una consecuencia de los factores ambientales y el envejecimiento. Pero no hay duda de que el aumento de masa abdominal del que muchas mujeres se quejan tras la menopausia es real«, dijo. «Esa es la respuesta del cuerpo a la caída de estrógenos en la menopausia, un cambio de almacenamiento de grasa de las caderas a la cintura».
La investigación publicada en la revista ‘Climacteric’ revisa los estudios realizados sobre el tema entre 1966 y 2012. Según estos estudios, las mujeres ganan un promedio de 0,5 kilos por año a partir de los 50 años, pero presentan un rápido aumento de la grasa abdominal el tercer año después de la menopausia. Los mismos cambios se observan entre las mujeres de diferentes regiones del mundo. En Estados Unidos, en 2008 la obesidad abdominal afectaba al 65,5% de las mujeres de 40 a 59 años y al 73,8% de las mujeres mayores de 60 años.
La acumulación de grasa abdominal representa un aumento del riesgo de diabetes y sobre todo de enfermedades cardiovasculares, principal causa de muerte entre las mujeres posmenopáusicas. «Las mujeres deben controlar su peso antes de que se convierta en un problema, y si no se preocupan antes de la menopausia, deben hacerlo cuando llega, es decir, cuidar su dieta y hacer más actividad física«, recomendó el presidente de la IMS Tobie de Villiers.