Hasta la fecha la teoría que defendía la atrofia de las capacidades motoras venía asentada en el pensamiento global de que la ausencia de distintos ejercicios cerebrales y musculares no potenciaban el buen funcionamiento del cerebro. Es cierto. De hecho sin movimiento no existe movilidad. Las neuronas no se regeneran y el sistema nervioso se adormece llegando a provocar que otras partes sufran la parálisis.
Pero a este posicionamiento se le debe ya sumar otro, quizá más completo. En el último número de la revista médica Nature Neuroscience, se hace extensible un estudio publicado por un grupo de científicos de la Oxford University en el que se defiende que la puesta en práctica de distintas tareas complejas como los malabares producen relevantes cambios en el cerebro.
Una de las partes implicadas en el proceso descubierto es sin duda la materia blanca. Es decir, la fabricadora de mielina e instigadora de la velocidad de la transmisión de las señales nerviosas. Por tanto, el experimento se ha apoyado en aumentar ésta mediante el más simple de los movimientos con tres pelotas. El resultado ha sido positivo ya que en todos los participantes se comprobó que esta masa blanca había aumentado hasta un 5% al cabo de un mes y medio.
La reacción de los nervios en esta zona se produce a la hora de alcanzar todos aquellos objetos que se encuentran localizables en el campo de visión. La duda que atañe tal experimento no es otra que explicar cuál es el factor para el incremento de las capacidades de esta área.
Es decir, si se debe a una capacidad adquirida o por el contrario, si sólo mediante el ensayo con los malabares. Una de las investigadoras, la doctora Johansen-Berg, no fue más allá del pronóstico moderado pues defendió que «las imágenes de resonancia magnética son una forma indirecta de medir la estructura del cerebro así que no podemos estar seguros de qué es lo que está cambiando exactamente cuando esta gente aprende».
Malabares como deporte
Los malabares, bien sean mazas, pelotas o cualquier otra modalidad, son ejercicios deportivos que potencian la capacidad de atención actuando directamente sobre los reflejos. El avance progresivo de los niveles de habilidad viene potenciado por un asentamiento casi inconsciente del continuo desarrollo de nuevos movimientos que funcionan en armonía con el sistema nervioso.
En definitiva, parece que la mejora del cerebro es un juego de malabares. Deporte, capacidad cognitiva e interés se fusionan para potenciar las habilidades humanas y potenciar la capacidad cerebral.