Un estudio de la Universidad de Extremadura (UEx) ha revelado que la mayoría de la población de más de 64 años utiliza un calzado inadecuado al tamaño de sus pies, ya sea porque calza un número menor al que le corresponde o más estrecho del que realmente necesita.
Según este trabajo, llevado a cabo por el Equipo de Investigación Multidisplinar del Pie: Biomecánica, Patología, Ortopedia y Cirugía de la UEx, el 83 % de los pacientes analizados estaban usando «un calzado inadecuado, lo que conlleva problemas físicos». “Se ha comprobado que la mayoría de los pacientes no usaban un zapato adecuado, pues a la hora de elegir calzado no coincide con las dimensiones reales y verdaderas de cada pie, con lo cual puede dar lugar a la aparición de diversas patologías y deformidades«, ha explicado la doctora Patricia Palomo, autora de la investigación.
Esta se hizo tomando como muestra 100 pacientes de más de 64 años, a los que se les preguntó cuestiones relacionadas con este aspecto, posibles patologías y cuidados de los pies, y se les comprobó el zapato que portaban, tomando medidas de anchura y longitud. Sólo un 19 % de la muestra comprobaban sus pies todos los días para ver si tenían alguna herida o alguna alteración, como úlceras. «Se observó que la mayoría de la muestra estudiada llevaba un zapato más estrecho o bien más pequeño de lo que necesitan, con lo que puede causar disfunciones en la marcha o producir dedos en garra o en martillo», ha apuntado Palomo.
La investigadora ha expuesto que los cambios que afectan a la capacidad de caminar tienen profundas consecuencias para las personas de más edad, ya que merman la movilidad del individuo y disminuyen su independencia. Mantener la función del pie, mejorar la adaptación del calzado y proteger a los mayores de posibles accidentes constituyen objetivos cuya consecución puede resultar determinante para la mejora de su autonomía personal.
Por ello, la elección de calzado juega un papel fundamental en este sentido. «Las personas mayores en muchos casos no se vigilan los pies con la frecuencia que deberían, y muchos de ellos siguen usando el mismo durante largo tiempo sin tener en cuenta si realmente se les está quedando pequeño», ha manifestado. A juicio de Palomo, la sociedad no le da importancia a la salud podológica, cuyas alteraciones, además de provocar deformaciones en los pies, puede derivar en dolores de tobillos, piernas, rodillas e incluso cadera y espalda. Visitar al especialista al menos una vez al año, usar un número adecuado y llevar zapatos que no estén muy viejos o desgastados son algunas de las recomendaciones aportadas por la investigadora.