A través de una información en su blog, la Sociedad Española de Ortodoncia y ortopedia dentofacial, (SEdO), asegura que la lactancia materna favorece el correcto desarrollo oral del bebé y evita la ortodoncia. Y es que la leche de la madre es una fuente de salud para los neonatos, entre ellos, que la boca comience a desarrollarse de la forma idónea. Y es que, a su nacimiento, el tamaño del maxilar superior es mayor que el inferior, encontrándose este último en una posición más retrasada en relación al superior.
Dicha succión permite que la mandíbula avance a una posición “mesial” ya que se estimula la musculatura bucal, tal como recogen en su portal. El proceso supone el primer avance mandibular del bebé, favoreciendo un correcto crecimiento del maxilar inferior. Es por ello que resulta también importante “colocar al bebé frente al pezón materno”.
Además, apuntan a que los bebés que han tomado pecho tienen menos opciones de enfrentarse a discrepancias en el tamaño de los maxilares que aquellos que fueron alimentados únicamente con un biberón.
¿A qué favorece?
- Evita anomalías dentomaxilofaciales.
- Evita maloclusiones dentales, especialmente mordida abierta.
- Contribuye a evitar que se necesite una ortodoncia en un futuro.
- Correcta función succión, deglución, respiración, desarrollando la musculatura oral.
- Evita que se adquieran hábitos bucales perjudiciales como chuparse el dedo o tender a introducir objetos en la boca.
Además, el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría recomienda la lactancia exclusiva durante el primer medio año, y complementada con otros alimentos hasta los dos años como mínimo. También, recuerda que es importante seguir, desde un primer momento que aparecen las piezas dentales, rutinas de higiene bucodental, para prevenir las caries del lactante.