El 30 por ciento de los españoles ha utilizado en alguna ocasión fármacos homeopáticos para tratar sus dolencias, según ha resaltado el médico de familia y homeópata Gualberto Díaz. Según este galeno, en España «unos 10.000 médicos de diversas especialidades, sobre todo pediatras y médicos de familia», utilizan «de forma habitual» la homeopatía.
Para Díaz, este método terapéutico aborda a los pacientes «de forma integral, seleccionando los medicamentos en función de un método de exploración que es característico y que en la consulta se suma al tradicional». Pese a reconocer que este método no está exento «de polémica», ha subrayado que cada vez tiene más aceptación entre los medios científicos.
En su opinión, la gran ventaja de estos medicamentos homeopáticos es la «seguridad», entendida como «la baja aparición de efectos secundarios, reacciones adversas o interacciones», una afirmación, ha subrayado, «avalada por estudios que refieren que los pacientes normalmente no experimentan estos efectos, ni siquiera en el tratamiento de mujeres embarazadas o en lactancia, de niños o de pacientes polimedicados».
Ha insistido en que estos medicamentos «no sólo se pueden complementar con los convencionales, sino que a menudo forman un buen tándem«. Por su parte la doctora María Agustina Sevilla, directora de la Unidad de Otorrinolaringología del Hospital de Riotinto, afirma que «siendo Otorrino la cuarta especialidad con más derivaciones desde atención primaria, y que la mitad de la patología derivada al hospital tiene su origen en el anillo de Waldeyer, con un 47 por ciento de problemas otológicos», esta experta ha destacado que las posibilidades que este tipo de medicamentos ofrece «pueden representar alternativas con un beneficio-riesgo favorable«.
Para Sevilla, la aplicación de determinados esquemas terapéuticos homeopáticos desde atención primaria «podría suponer una alternativa útil en el manejo de la patología antes de la derivación o hasta la fecha de consulta por el especialista, ya que no precisan una tecnología o seguimiento que requiera la intervención del nivel hospitalario».