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La Educación Social y la Salud Mental en el sistema educativo

La celebración del ´Día de la Educación Social’ ha llevado este año a programar diversas actividades en las que han sido grandes protagonistas los educadores pertenecientes al Collegi Oficial d’Educadores i Educadors Socials de la Comunitat Valenciana (COEESCV) al llevar a cabo unas jornadas sobre ‘Educación Social y Salud Mental en el Sistema Educativo’, celebradas en Castellón y que van a tener continuidad a lo largo de los próximos meses con otros eventos que no solo fortalecerán la capacitación de los profesionales de la educación social, sino que también contribuirán a mejorar la calidad de los servicios que brindan a la comunidad.

Tras las mencionadas jornadas, el 17 de octubre se abordará ‘La importancia de la Salud Mental en las profesionales de la educación social’ y el 24 de noviembre ‘Educación Social y Salud Mental’, y es que la salud mental es un ámbito desconocido desde el punto de vista de la pedagogía social y en el conjunto de la sociedad, donde a priori no se propician situaciones de integración de individuos que sufren enfermedades mentales y es por eso que el profesional debe insistir en su formación en este campo.

Un brillante trabajo de Francesc Reverter, Diplomado en Educación Social para Revista de Educación Social, presenta la experiencia y las tareas que se pueden desarrollar desde la educación social con una visión asistencial y desde una visión comunitaria, con personas que sufren una enfermedad mental.

El papel de los familiares y del equipo terapéutico, es la principal fuente de compañía y de participación que existe

El autor destaca que «sería justo pensar en cómo resolver las necesidades latentes en el ámbito de la salud mental y que no pasen desapercibidas» y para ello primero se habla de las unidades de rehabilitación hospitalaria y después del modelo de intervención psicoeducacional. Más adelante, de otras intervenciones posibles, como las que se pueden hacer desde Servicios Sociales, haciendo referencia a la psicopatología del inmigrante.

En cuanto a la labor del profesional señala que el trabajo del educador social puede estar ubicado en centros de día, centros especiales de trabajo, pisos protegidos, unidades de rehabilitación hospitalaria, etc., dispositivos que tienen como objetivo principal la rehabilitación social de personas que sufren enfermedades mentales.

Sobre su experiencia profesional señala que «en las unidades de rehabilitación hospitalaria donde he trabajado, las personas casi en su totalidad estaban diagnosticadas de esquizofrenia, mayoritariamente residual o paranoide, predominando la sintomatología negativa (allanamiento afectivo, apatía, pobreza de sentimientos…), según la evaluación realizada con la escala PANSS».

Estudios

Destaca asimismo que existen estudios que demuestran que el cociente de inteligencia se puede mejorar y aumentar con el aprendizaje y que para reforzar los aprendizajes, la figura del educador social es adecuada ya que está capacitado para dinamizar cualquier situación no-formal o informal, aunque la actividad esté orientada hacia la enfermedad, sobre la que interactúan diversos profesionales desde el punto de vista clínico, pero no pedagógico. «Hace falta pues, remarcar la importancia del trabajo en equipo multidisciplinar, con personas que trabajan en grupo con unas características, funciones y objetivos comunes, destaca.

Con las personas que sufren enfermedades mentales, el trabajo y la actividad en grupo es un beneficio para todos los que participan, ya que les permite un crecimiento y un aprendizaje en común. Les ha supuesto un tiempo reunidos, donde se llega a un pensamiento, una productividad, una comunicación y unos vínculos afectivos, siendo este modelo el más parecido a nuestra realidad cotidiana.

El nivel afectivo es el más implícito, el más interno, donde surgen las envidias, los odios, la competitividad…

«El nivel afectivo es el más implícito, el más interno, donde surgen las envidias, los odios, la competitividad, y este nivel es importante para la harmonía, la cohesión y la productividad del grupo, y así crear un nivel afectivo y comunicativo, un clima social agradable, un buen ambiente y, como mínimo, tolerancia y respeto entre los componentes, es decir, unas buenas relaciones humanas, ya que influyen directamente en la satisfacción personal de la persona en el grupo y afectará positivamente en todas las áreas».

Para intervenir, se trabaja con el modelo de intervención psicoeducacional como programa general de rehabilitación y reinserción sociales. Este modelo es un procedimiento de intervención que usa técnicas y métodos educativos basados en la información, la orientación y el entrenamiento del sujeto y de su familia, destinados a mejorar y a incrementar las habilidades en todas las áreas y capacidades del enfermo mental y su familia, y a afrontar los problemas derivados de su enfermedad, sobre todo cuando su evolución es larga. Si disponen de más información sobre su enfermedad y sus consecuencias, la motivación para afrontarla se incrementa.

Para conseguir una compensación entre los niveles afectivo, comunicativo y participativo, hace falta plantearse objetivos a medio y largo plazo. Voy a presentar algunos ejemplos aunque soy consciente de que son modificables y adaptables a cada momento y situación.

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