En la sociedad actual cada vez nos encontramos con más parejas con problemas de infertilidad, multiplicándose su número por cuatro en los últimos 30 años. El estrés, la obesidad, problemas en la mujer relacionados con la ovulación, con ciclos menstruales inexistentes o irregulares, defectos de nacimiento en el útero, fibromas uterinos, obstrucción de las trompas de Falopio, o problemas relacionados con la calidad espermática, en el hombre, pueden ser la causa de infertilidad en la pareja, aparte de otros muchos. Se ha calculado que alrededor del 82% de las parejas que no usan métodos anticonceptivos y mantienen relaciones sexuales frecuentes, logran concebir un hijo en un año.
Otro 8% lo hace en el segundo año. Y se denominan infértiles a aquellas parejas que tras once meses de vida sexual activa, sin la utilización de ningún método anticonceptivo, no logran concebir un hijo. Dentro de las parejas de entre 18 y 44 años, un 18% de la población general son infértiles. Y ese porcentaje de parejas infértiles se divide en: un 40% por causa femenina, un 40% por causa masculina y un 20% por causa mixta, es decir que los dos presentan algún problema. Pero una de las principales causas de infertilidad en nuestros días es la edad de la mujer. Actualmente, la mujer posterga su maternidad, sobre todo debido a causas profesionales, sin darse cuenta que con los años disminuye la reserva ovárica y que además cada vez cuesta más conseguir óvulos de buena calidad.
Después de los 40, muy difícil
Numerosos estudios han demostrado que las mujeres que utilizan sus propios óvulos tienen una mínima posibilidad de lograr un embarazo después de los 40 años. E incluso aquellas mujeres mayores de 40 años que logran un embarazo con sus propios óvulos, se enfrentan un mayor riesgo de aborto espontáneo. El motivo de esto es muy sencillo de explicar: con la edad, la producción de óvulos disminuye y muchos de ellos presentan defectos cromosómicos que pueden causar infertilidad, defectos congénitos o abortos. Gracias a la donación de óvulos, la mujer puede quedar embarazada con un porcentaje de éxito del 60 al 85%. Mujeres jóvenes de entre 18 a 35 años de edad donan sus óvulos a estas mujeres infértiles para que una vez fecundados con el esperma de su marido y creados los embriones, puedan transferirse a su útero y así ser madres de un niño sano.
También los hombres
Algo parecido le ocurre al hombre. La infertilidad masculina aumenta cada año, lo que da como resultado una disminución del once por ciento en los embarazos exitosos. Cuando los hombres envejecen, disminuye el volumen del eyaculado, el número, la movilidad y formas normales de sus espermatozoides. En estos casos es menos dramático que en la mujer ya que aunque la calidad espermática disminuya e imposibilite un embarazo por vía natural, siempre se puede recurrir a la reproducción asistida, donde se necesitarán muy pocos espermatozoides para realizar la técnica idónea. Otro problema distinto sería la ausencia total de espermatozoides y células espermáticas o azoospermia secretora, donde sería necesaria la donación de esperma. Hombres jóvenes entre 18 y 35 años donan esperma, de calidad previamente comprobada, para bien inseminar artificialmente a la paciente o bien para realizar cualquier técnica de fecundación in vitro. Por ello, se hace imprescindible, en nuestra sociedad actual, la necesidad de donantes de óvulos y esperma para que un número
importante y cada vez mayor de parejas infértiles, puedan ser padres.