La mayoría de pacientes que inician diálisis lo hacen por una diabetes que ha afectado al funcionamiento normal de su riñón, causa que incide en el 22 por ciento de nuevos pacientes en España por enfermedad renal.
Estos datos han sido dados a conocer en Granada durante la presentación del XXXIII congreso anual de la Sociedad Española de Diálisis y Trasplante, que reunirá en los tres próximos días a 150 expertos de los ámbitos de la medicina y la enfermería.
El 51 por ciento de los pacientes en diálisis tiene más de 65 años, y cada vez hay más pacientes diabéticos nuevos en diálisis porque cada vez es mayor la prevalencia de diabetes tipo 2, la más frecuente, debido a la escasa práctica de ejercicio y la vida sedentaria. La progresiva pérdida de la dieta mediterránea es otra razón por la que «la diabetes crece como causa de insufiencia renal», ha explicado José Hervás, presidente del comité organizador, quien ha añadido que pueden pasar unos ocho años desde que se diagnostica la neropatía diabética hasta una complicación severa que lleve al enfermo a hemodiálisis.
Sin embargo, «a la diálisis llegan los mejor cuidados», los enfermos «antes diagnosticados y seguidos», ha añadido Hervás. En España hay 21.000 pacientes que están actualmente en diálisis, ya sea en hemodiálisis como en diálisis peritoneal, una técnica a domicilio que los expertos siguen perfeccionando.
Para los científicos es prioritario investigar en aras de un aumento de la calidad de vida de los pacientes sometidos a estas técnicas periódicas de depuración artificial del organismo por mal funcionamiento del riñón, ya que no todos los enfermos pueden ser sometidos a trasplante.
Los expertos han incidido en la importancia del sistema de salud pública en el seguimiento de los 40.000 enfermos renales crónicos que están en tratamiento actualmente en España. Y ello porque los trasplantados no terminan su historial como enfermos, pues han de seguir cuidando su estilo de vida y tomando medicación para que no cause rechazo el órgano implantado.