Cuando se lee, puede parecer una quimera, pero la investigación está en marcha. Conocer el mecanismo de crecimiento la cuerna del ciervo, que se agranda 2 centímetros al día y se renueva cada año, constituye uno de los retos más apasionantes para los investigadores, que consideran que en descifrarlo puede estar la solución a enfermedades como la osteoporosis o las lesiones óseas.
El investigador del Instituto AgResearch, de Nueva Zelanda, Chunyi Li, que ha sido capaz de hacer crecer un tercer cuerno a un ciervo o de lograr ratones con cornamenta, centra sus trabajos en «si este proceso de desarrollo sería trasladable a los huesos humanos«. El objetivo de sus trabajos es descubrir «si ese modelo de crecimiento podría aplicarse a las personas, y podría utilizarse para regenerar miembros humanos, es decir, hacerle crecer la mano a un manco o la pierna a un cojo», ha explicado el experto, miembro de la Academia China de Ciencias.
Chunyi Li es optimista sobre el resultado de sus investigaciones y asegura que, en un plazo de entre diez y veinte años, podrían ofrecer las claves que permitan «regenerar un dedo humano o hacer crecer un miembro amputado«.
La composición, clave
Por su parte, el investigador Tomás Landete evalúa la composición química, las propiedades mecánicas y las histología de la cuerna. Su misión es «que la información obtenida pueda ayudar a entender la biología de los huesos humanos y esto sirva para comprender enfermedades óseas como la osteoporosis«, ha indicado. Manuel Nieto, del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, trata de detectar el factor de crecimiento de la cuerna del ciervo -dos centímetros diarios- y de sus nervios interiores, para ver si ofrece revelaciones que puedan ayudar a revertir lesiones en parapléjicos.
«Analizamos el proceso de regeneración del cuerno del ciervo porque es único, en ningún otro animal se produce una velocidad de crecimiento tan alta, para que eso nos permita comprender por qué los nervios crecen ahí tan bien y esto no ocurre en otras circunstancias», ha detallado. El conocimiento de lo que sucede en la cuerna del ciervo, ha agregado, «podría usarse en la curación de lesiones del sistema nervioso central y transformarse en terapias para curar las lesiones periféricas, en brazos o piernas» y permitir a las personas recuperar movilidad.