Por ello, los especialistas consideran que ésta es «la patología dental de la crisis». De hecho, y según los últimos estudios médicos publicados y expuestos por este centro sanitario, «el 70 por ciento de la población adulta la padece«, por lo que se establece el aumento de pacientes «en un 30 por ciento». En concreto, el bruxismo hace que la persona que lo sufre rechina los dientes de manera intensa e inconsciente. Para los expertos, éste es el reflejo «de la tensión nerviosa y de un estado de ansiedad importante» por parte del paciente.
Pormenorizando en la presión que se ejerce con los dientes, sostienen que esta «puede alcanzar los 150 kilogramos en algunos casos», lo que supone «un nivel muy superior a la ejercida al masticar, que se sitúa entre los 10 y los 40 kilogramos». Todo ello hace que la patología se manifieste con dolores en la mandíbula y en los oídos, contracturas en las cervicales y dificultades para girar el cuello y cefalea, síntoma este último «que complica el diagnóstico y dificulta su posterior tratamiento», exponen.
A juicio de la directora médica de la clínica, la doctora Conchita Curull, la única solución dental es la férula de descarga, un molde que «evita que los dientes choquen entre sí, reduce el desgaste dental y permite a los músculos de la mandíbula relajarse». Además, ésta «absorbe todos los movimientos no funcionales de la mandíbula y así evita que los dientes vayan directamente a golpear la articulación», indica. Para ella, que señala que «cada vez más pacientes recurren a esta solución bajo la prescripción médica de un odontólogo», la férula se puede acompañar de masajes mandibulares «para mitigar los dolores».