El Área de Enfermedades Respiratorias y Medio Ambiente de SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica), asegura que la contaminación atmosférica es uno de los mayores problemas de salud a nivel local y mundial de nuestros tiempos, puesto que está favoreciendo la aparición o agravamiento de enfermedades respiratorias o asociadas a ellas como las vasculares o los cánceres.
El Ministerio de Medio Ambiente cifra en 16.000, las personas que mueren prematuramente a debido a la contaminación al aire y según la Unión Europea ,se producen 370.000 muertes al año por esta causa en la zona europea. Un estudio de la OMS (organización Mundial de la Salud) de 2006, indica que dos millones de personas fallecen cada año a causa de la contaminación del aire y la mitad de estas muertes, se produce en los países desarrollados a causa de la contaminación originada por industrias y tráfico. Las mayores fuentes de contaminación del aire en Europa son el sector del transporte y las centrales térmicas o plantas industriales. Durante presidencia española se está negociando en la UE la Directiva de Emisiones Industriales, un importante paquete legislativo medioambiental. Esta Directiva, comenta la Dra. Martínez “que obligaría al sector industrial español a implementar las tecnologías disponibles de cuidado medioambiental, como ya han hecho otros países europeos, para reducir las emisiones y proteger la salud de sus ciudadanos convirtiéndose, además, en una industria más limpia y sostenible”.
MEDIDAS A ADOPTAR
Por otra parte, la reducción de la contaminación “también pasa por la adopción de medidas como la limitación de la velocidad en la ciudad y alrededores o el incentivo del uso del transporte público. Se ha demostrado, en las ciudades que lo han estudiado, que va acompañado de un descenso de las exacerbaciones de enfermedades respiratorias y de la disminución del número de hospitalizaciones” afirma la Dra. Martínez. Los principales contaminantes son las partículas en suspensión, el ozono troposférico y el NOx (término genérico que hace referencia a un grupo de gases muy reactivos como el óxido nítrico –NO‐ y el dióxido de nitrógeno ‐NO2‐, que contienen nitrógeno y oxígeno en diversas proporciones). “Cuando respiramos, respiramos mucho más que oxígeno, el aire contiene otros elementos que disminuyen la calidad del aire y tiene efectos nocivos en el medioambiente y la salud” afirma la Dra. Cristina Martínez. Hasta trece Estados Miembros prevén incumplir en 2010 los techos para el contaminante atmosférico NOx (óxidos de nitrógeno). Los principales contribuidores de emisiones industriales son las grandes instalaciones de combustión o centrales eléctricas, responsables de más del 90% de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y óxidos de azufre (SO2).. El óxido de nitrógeno (NOx) es uno de los cuatro gases tóxicos que contaminan la atmósfera (dióxido de azufre SO2, óxidos de nitrógeno NOx, compuestos orgánicos volátiles no metálicos COVNM y amoniaco NH3). Según la Agencia de Medio Ambiente de la Comisión Europea, en España contaminan en la misma proporción los gases emitidos por los tubos de escape del tráfico rodado (32,5 %) y las plantas industriales o productoras de energía (32,4%, porcentaje en el que las centrales térmicas representan el 21,2%).
España ostenta el segundo puesto, detrás de Reino Unido, en emisiones contaminantes de NOx. El problema de emisión de óxidos de nitrógeno por parte de la industria no se ha abordado en España igual que sí se ha hecho con otros gases tóxicos como el dióxido de azufre (SO2). “Los NOx continúan causando en España graves problemas como son la lluvia ácida, la formación de smog y del ozono troposférico, problemas ambientales que repercuten en la salud respiratoria de los ciudadanos. La inhalación de NOx afecta al tracto respiratorio y a los tramos más profundos de los pulmones, inhibiendo algunas funciones de los mismos. Además, niños y asmáticos son los más afectados por exposición a concentraciones agudas”, explica la Dra. Martínez. El informe de Ecologistas en Acción de 2008 señala que según los valores limites establecidos en la Directiva 2008/50/CE, un 35% de la población española (16 millones de personas) respiran aire contaminado. Si se toman en cuenta las recomendaciones de la OMS el porcentaje se incrementa la 84% de la población (38 millones de personas).