Sea cual sea la hora a la que salgas a la calle a andar o vayas con el coche, lo más probable es que te cruces con varios amantes de la bicicleta desplazándose en dicho vehículo de dos ruedas. Algunos de ellos lo utilizan simplemente como un medio de transporte, pero otros disfrutan de cada trayecto que llevan a cabo a modo de disciplina deportiva que practican con regularidad.
Más allá de lo divertido que es ir en bicicleta, uno de los principales motivos de su auge guarda relación con los beneficios que trae consigo este deporte. Hoy hablaremos sobre todo de dos de ellos, aunque también mencionaremos otros que también adquieren relevancia sea cual sea la edad de quienes se animen a ir en bici.
Si te llaman la atención los beneficios de salud que describiremos a continuación y tú también decides sumarte a esta tendencia que no para de crecer, es importante que antes contrates un seguro de bici. En Internet hay más información que puedes consultar, aunque en líneas generales has de saber que son productos que incluyen responsabilidad civil, defensa jurídica y, por supuesto, atención médica.
Y es que a pesar de los beneficios que proporciona el ciclismo a nivel de salud, es innegable que también pueden producirse accidentes. No importa cuál sea el lugar en el que decidas practicar dicho deporte, ya que en todos ellos existe un cierto riesgo de caída. Es por este motivo que conviene estar bien cubierto ante cualquier adversidad.
Pérdida de grasa
El primer beneficio de salud del que hablaremos se resume en la gran pérdida de grasa que se consigue. Ahora que estamos en pleno Tour de Francia, quizá te has fijado durante las retransmisiones televisivas en las piernas de los ciclistas profesionales. Qué tonificadas, ¿verdad? No hay ni rastro de grasa.
Aunque depende de cada ciclista, generalmente su porcentaje de grasa corporal es bajísimo. Esto se debe a que es uno de los deportes que queman más grasa. Eso sí, hay que tener en cuenta que es imposible perderla localizadamente.
Supón que tienes mucha grasa acumulada en la zona del abdomen. Coloquialmente es conocida como cinturón abdominal. ¿Deseas perderla? Ni el ciclismo ni ningún otro deporte te ayudarán a reducir solamente aquella que está presente en dicho área.
Eso sí, con el ciclismo obtendrás resultados en menos tiempo, pero a nivel generalizado. Es decir, reducirás la grasa del abdomen al mismo tiempo en que lo hace aquella que está presente en otras partes de tu cuerpo: muslos, brazos, cuello, glúteos, etcétera.
Junto a la reducción de grasa hay que hablar de un aspecto de salud que está directamente relacionado. Nos referimos a la pérdida de peso. Aunque España no es un país como Estados Unidos, el porcentaje de sobrepeso y de obesidad también es alarmante: cinco de cada diez adultos sufren una de estas dos condiciones, especialmente la primera que hemos mencionado, aunque no hay que obviar que casi el veinte por ciento tienen que lidiar con los problemas que acarrea la obesidad.
Afortunadamente, todos ellos tienen la posibilidad de practicar un deporte que, siguiendo el ejemplo del running, es ideal para quemar calorías. Eso sí, correr es un ejercicio de altísimo impacto, por lo que las rodillas de una persona con sobrepeso sufren demasiado. Con el ciclismo no sucede. De hecho, el motor eléctrico puede ayudar a que esas personas que están en un estado de forma realmente malo puedan dar comienzo a la actividad física sin cansarse en exceso.
Mejora de la capacidad aeróbica
¿Alguna vez has notado que te falta el aire al realizar una actividad que requiere un considerable esfuerzo? Esto es una clara señal de que tu capacidad aeróbica no es todo lo buena que cabría esperar. Por suerte, cuentas con la posibilidad de practicar un deporte con el que la mejorarás notablemente. En efecto, se trata del ciclismo.
Ir en bicicleta mejora muchísimo dicho aspecto que tan importante es para la salud del ser humano. Esto es debido a que trabajas mucho a nivel cardiovascular, exigiéndole bastante a tus pulmones que cada vez tendrán una mayor capacidad de oxigenación.
Todos los músculos y las células que están presentes en el organismo dispondrán siempre de la cantidad de oxígeno que necesitan para operar a pleno rendimiento. Por ende, lo acabarás notando no solo al ir en bici, sino también en tu día a día, cansándote bastante menos que antes y respirando mucho mejor.
A la pérdida de grasa y la mejora de la capacidad aeróbica, hay que sumar muchos otros beneficios que no solo guardan relación con el físico. Por si fuera poco, a nivel psicológico también se produce una gran mejoría especialmente por la gran liberación de serotonina que tiene lugar. Así pues, no es de extrañar que cada vez haya más personas que se animan a iniciarse en el apasionante mundo del ciclismo.