Home Noticias

Infertilidad femenina: Hacia intervenciones médicas menos molestas, costosas e invasivas.

Hace 2 años en la prestigiosa revista estadounidense American Journal of Obstetrics and Gynecology, un equipo de médicos y científicos granadinos liderado por el doctor Jan Tesarik publicó los primeros resultados con una técnica “virtual” para diagnosticar la infertilidad femenina. El estudio, fruto de una colaboración entre la Clínica MARGen y la Universidad de Granada, demuestra por primera vez que las anomalías de la cavidad uterina se pueden diagnosticar desde el exterior del útero, sin necesidad de introducir instrumentos ópticos dentro. Se trata de la técnica llamada histeroscopia virtual. Hoy día es posible hacer un balance de 2 años de utilización de esta técnica, así como de otras parecidas, introducidas por el equipo de Tesarik posteriormente.

El doctor Tesarik comenta que «existe una desigualdad de género importante, esta vez creada por la naturaleza misma. Esta desigualdad se refiere al diagnóstico y tratamiento de infertilidad que requiere procedimientos mucho más invasivos, molestos y costosos en el caso de las mujeres, en comparación con los utilizados para los hombres. Nuestra obligación, como profesionales de la salud, es mitigar esta desigualdad desarrollando y aplicando nuevas técnicas, más amigables, para sustituir las actualmente en uso”.

A lo largo de los últimos 2 años el equipo del doctor Tesarik ha desarrollado nuevas aplicaciones de endoscopia virtual en ginecología, incluyendo la histerosalpingoscopia virtual, la embrioscopia virtual y la foliculoscopia virtual. La técnica de histerosalpingoscopia virtual fue desarrollada para detectar la presencia del embarazo ectópico con un saco gestacional implantado en una trompa uterina, que fue publicada en enero 2017 en la revista Journal of Gynecology and Obstetrics. La técnica, de embrioscopia virtual, fue publicada en agosto 2017 en la revista EC Gynaecology. Finalmente, la técnica de foliculoscopia virtual fue publicada en octubre 2017 en la revista Gynecology and Reproductive Health. Las ventajas de estas técnicas virtuales se pueden resumir en 3 puntos: menos incomodidad y riesgos de complicaciones, menos coste directo e indirecto, y eliminación de  intervenciones inútiles.

Según  el doctor Tesarik, «en realidad estos 3 puntos estás indisociables. Para empezar, el hecho de que las tomas de imágenes se realicen desde el exterior de las cavidades examinadas, permite ahorrar a las pacientes las incomodidades asociadas con las técnicas convencionales y evita el riesgo de complicaciones. El carácter indoloro de estas técnicas elimina la necesidad de anestesia, lo que reduce el coste directo de la intervención. Pero hay también un impacto económico indirecto, ya que la no invasividad y la alta resolución de estos exámenes permite su realización en prácticamente todos los casos de infertilidad femenina, lo que permite detectar y curar una anomalía no esperada y aumentar la probabilidad de embarazo, tanto por vía natural como por Reproducción Asistida. Por ejemplo, durante los últimos 2 años hemos detectado y resuelto una anomalía intrauterina no diagnosticada previamente en más de 30 mujeres antes del tratamiento por Fecundación In Vitro (FIV). El precio de la FIV oscila entre 4000 y 5000 € en diferentes clínicas privadas, a lo cual hay que añadir el coste de la medicación que puede llegar a más de 2000 € en pacientes resistentes a la estimulación ovárica. Toda esta inversión se pierde si una anomalía intrauterina, no detectada, impide la implantación del embrión. En otros casos, las mujeres estimuladas para la FIV desarrollan muy pocos folículos, algunos de los cuales pueden estar vacíos (sin un óvulo dentro). La foliculoscopia virtual nos permite detectar los folículos vacíos e interrumpir el tratamiento antes de llegar a la punción ovárica. Así la paciente ahorra el coste de una tentativa de FIV sin esperanza de éxito y no se expone a una intervención quirúrgica inútil. En la mayoría de estas mujeres el dinero ahorrado puede servir para repetir la estimulación utilizando procedimientos diferentes en base a la experiencia obtenida durante la tentativa fracasada. Esta situación se ha producido en nuestra clínica en 12 casos durante los últimos años, y en 8 de ellos, los óvulos pudieron ser obtenidos en la tentativa repetida”.

Salir de la versión móvil