En una persona sin problemas auditivos la función del oído es recoger sonidos, convertirlos en impulsos nerviosos y enviarlos al cerebro donde tiene lugar la comprensión. Cuando hay un problema auditivo, el sonido que debe llegar al cerebro se distorsiona, se pierden partes del sonido y la comprensión se hace más difícil, e incluso, imposible. El aparato conocido como audífono está diseñado para compensar la distorsión, mejorando la comprensión de la palabra.
Un audífono es una prótesis que soluciona problemas auditivos, ya que amplía el estímulo sonoro en el oído además de realizar una amplificación selectiva y no general de los sonidos, es decir, amplifica con mayor intensidad las frecuencias medias y altas, que son las palabras, y reduce la frecuencias bajas (graves), que son los ruidos. Por lo tanto,en palabras de Fernando Amián, especialista de Auditone,-«Mejora el entendimiento de las palabras y hace llegar al cerebro los sonidos de una forma más clara, permitiendo el contacto con el entorno, como las conversaciones, televisión, música, etc.».
TIPOS DE AUDÍFONOS
Elegir el tipo de audífono adecuado para cada persona, no es sólo cuestión de gustos, también intervienen otros factores como el grado de pérdida y la forma del oído. Todos los audífonos que van en el interior del oído, constan de una sola pieza, dentro de una carcasa hecha a medida del conducto auditivo. Según el tamaño y la situación dentro del oído, el Audioprotesista, Fernando Amián de la empresa granadina Auditone, realiza la siguiente tabla:
– CIC: Adaptación Profunda: Es tan pequeño que resulta prácticamente invisible, se hacen a medida y solo pueden adaptarse si el conducto auditivo es lo suficientemente grande o amplio. Están recomendados para pérdidad auditivas leves.
– Intracanal: Son algo mayores que el anterior y también se introducen en el conducto auditivo. Utilizan una pila algo más grande por lo que son más fáciles de manejar. Se utiliza en pérdidas leves o moderadas.
– Intrauricular: Debido a su mayor tamaño son de fácil manejo y abarcan desde pérdidas leves a severas.
– Retroauriculares: Los componentes electrónicos se encuentran dentro de una carcasa que se acopla detrás de la oreja, consta de un tubo y un molde anatómico que dirige el sonido hasta el conducto auditivo externo. Es el más potente de todos, ya que cuenta con espacio suficiente para albergar un amplificador y una pila más grandes.
– De Adaptación Abierta: Consisten en los últimos avances en tecnología digital. Se colocan detrás del oído, son de un tamaño mucho menor, con tubos muy finos, casi invisibles, que dirigen el sonido hasta el conducto auditivo sin moldes anatómicos en su extremo. Ideales para pacientes que buscan una adaptación muy discreta, cómoda y confortable ya que no taponan el oído y proporcionan un sonido más natural.