La empresa Vitalis Salud ha puesto en el mercado ya 20.000 unidades de este dispositivo «de producción masiva» destinado a reducir los efectos de la patología venosa asociada a los viajes, han explicado en rueda de prensa los responsables de la empresa, que ha contado con la colaboración de los departamentos de Cirugía y Educación Física de la Universidad de Granada.
Flip Flow ya se vende en establecimientos especializados, y sus distribuidores están en contacto con aerolíneas internacionales y aeropuertos de todo el mundo para su comercialización.
El denominado síndrome de la clase turista afecta al 3 por ciento de las personas que usan el avión durante más de cuatro horas seguidas y, en el pasado, ha llegado a causar la muerte súbita de algunos pasajeros. Personas predispuestas a ser afectadas incluyen mayores de 40 años, embarazadas, mujeres que utilicen anticonceptivos orales, obesos, fumadores, personas con enfermedades crónicas respiratorias, cardíacas y cardiovasculares, entre otros grupos de riesgo.
Sus efectos se reducen con movimientos que se asemejan a un paseo por la playa en el caso del nuevo dispositivo, que reproduce la forma de las plantas de los dos pies. Así, se producen «menos edemas» y el «sistema nervioso bombea mejor la sangre al corazón», ha explicado Fidel Fernández, responsable médico del proyecto.
Para probar este nuevo invento, los científicos han utilizado durante el primer trimestre de 2009 las instalaciones del Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada, a 2.320 metros de altura, que es también a la que se presurizan las cabinas de los aviones.
El delegado de Innovación de la Junta de Andalucía en Granada, Francisco Cuenca, presente en la presentación de este nuevo dispositivo, ha destacado la importancia de las empresas de base tecnológica en tiempos de crisis, y la vinculación de Vitalis «a la marca Granada Salud».
La empresa, con sede en el PTS, pretende facturar cerca de un millón de euros durante su primer ejercicio y creará un total de nueve empleos.