¿Qué es la fibromialgia?
Entendemos por fibromialgia la afección en el cual una persona padece un dolor prolongado que llega a propagarse por todo el cuerpo. Un problema, el dolor, que es el síntoma por excelencia de este problema y que está relacionado directamente con la fatiga, problemas de sueño, dolor de cabeza, ansiedad o depresión. Además, las personas que la padecen pueden mostrar una mayor sensibilidad en articulaciones, músculos, tendones y otros tejidos blandos.
Lo cierto es que a día de hoy no se ha logrado establecer una causa clara de la fibromialgia. Los especialistas valoran la posibilidad de que se deba a un problema relacionado con la forma en que el sistema nervioso central procesa el dolor. Entre esas posibles causas o desencadenantes derivan en un trauma físico o emocional, una respuesta anormal al dolor, alteraciones de sueño o infecciones como virus aunque no se haya logrado identificar ninguno. Mientras tanto, los investigadores se afanan en encontrar más soluciones. Recientemente, un equipo de una universidad estadounidense señaló los genes alterados por la fibromialgia.
Hoy sabemos que la fibromialgia es más frecuente en mujeres que en hombres y que son aquellas de entre 20 y 50 años las más afectadas. En España, según datos de la Sociedad Española de Fibromialgia y Síndrome de la Fatiga Crónica (SEFIFAC), afecta a más de un millón de personas. Estudios europeos sostienen que el porcentaje de afectados podría ser incluso superior, aproximadamente entre 3 y 4 personas por cada 100.
Síntomas
Como decimos, el síntoma fundamental de la fibromialgia no es otro que el dolor. Tiene unas características pero que, ciertamente, no son concretas. Pero lo cierto es que al ser una situación que puede resultar común, se llega a confundir con otras problemáticas crónicas como síndrome de fatiga prolongada, depresión, trastornos del sueño, enfermedad de Lyme, dolor prolongado de cuello o espalda o hipotiroidismo.
Para reconocer un caso de fibromialgia primero debemos destacar que las áreas de dolor se denominan puntos de sensibilidad. Estos se localizan en el tejido blando de la parte posterior de la cabeza, el cuello, hombros, tórax, región lumbar, caderas, codos y rodillas. Un dolor que puede ser de leve a fuerte, que se puede sentir como un dolor sordo y constante o ardiente y procedente de las articulaciones.
Las personas con fibromialgia pueden despertarse con rigidez de cuerpo y un dolor que mejora durante el día y que empeora por la noche. Este se ve perjudicado por la actividad física, el clima húmedo o frío, la ansiedad y el estrés. Otros de los síntomas de fibromialgia puede ser el el síndrome de intestino irritable, problemas de memoria, hormigueo o entumecimiento de manos y pies, disminución capacidad para hacer ejercicio, tensión o migrañas.
Diagnóstico y tratamiento
Como decimos, los síntomas de la fibromialgia son similares a los que presentan otros trastornos. Establecer la causa verdadera de estos síntomas resulta fundamental para los especialistas a fin de precisar un tratamiento adecuado. Hoy se proponen diferentes terapias que pueden ayudar a remitir el dolor.
Para hacer ese diagnóstico debemos precisar que por el hecho de que los síntomas pueden presentarse solos o junto a otras afecciones el diagnóstico se vuelve difícil. Tanto que se puede alargar en el tiempo. Hoy en día no existe una prueba específica que permita diagnosticar la fibromialgia. La clave parece estar vinculada a los cambios en la forma en que el cerebro y la médula espinal procesan señales de dolor.
Los criterios del diagnóstico, además de descartar otras causas posibles, incluyen la evaluación de un dolor generalizado que comprenden o duran por lo menos tres meses; la presencia de otros síntomas como fatiga, cansancio al despertarse y dificultad para pensar o ausencia de otra afección preexistente que pueda estar causando los síntomas.
Las posibles pruebas para su diagnóstico pueden ser: un hemograma completo, analizar la velocidad de sedimentación globular; análisis de la función tiroidea y valorar los niveles de vitamina D. Puede someterle a una exploración física exhaustiva de músculos y articulaciones, exámenes neurológicos y hasta estudios del sueño. ¿El fin? Descartar otros problemas con sintomatología similar.
¿Qué tratamientos se aplican para combatir la fibromialgia?
Los especialistas suelen recomendar un plan específico de fisioterapia, ejercicio y programa de acondicionamiento. Si es necesario, como tratamiento, recetan antidepresivos, analgésicos o relajantes musculares para aplicar junto al ejercico como duloxetina (Cymbalta), pregabalina (Lyirica), ciclobenzeprina, tramadol, y milnacipran (Savella).
Por último destacan como tratamientos alternativos y complementarios el Tai Chi, Yoga o Acupuntura. Además, los grupos de apoyo suelen ser muy útiles. En todo caso, como tratamiento para la fibromialgia, aconsejan mantener una alimentación equilibrada, evitar la cafeína, buscar buenas prácticas para dormir y mejorar la calidad del sueño o hacer ejercicio de forma regular.
*NOTA: Este artículo tiene una finalidad informativo- divulgativa. Siempre ha de ser un médico especialista el que determine los procesos de diagnosis, tratamiento y terapias complementarias que estime. Si cree que puede estar enfermo acuda a su centro de salud o a un especialista colegiado, bajo ningún concepto se automedique o tome decisiones relativas a su salud en virtud de lo leído aquí o en cualquier otro sitio web.
Fuentes:
Portal de Información de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH)
Sociedad Española de Fibromialgia y Síndrome de la Fatiga Crónica (SEFIFAC)