Su característica principal radica en la «aparición de síntomas característicos tras la exposición a un acontecimiento estresante y extremadamente traumático, en el cuál el individuo se ve envuelto en hechos que representan un peligro real para su vida o cualquier amenaza para su integridad física», defiende Antonio Luis Cervera, Director del Centro Superior de Psicología de Granada.
Estudiosos de la materia como Sigmund Freud consideraron al mismo neurosis de guerra, asimilando trastornos psicopatológicos sufridos por soldados de la primera guerra mundial.
La manifestación del mismo atiende a distintos factores. Según el propio Maldonado, los principales son «recuerdos recurrentes e intrusivos del acontecimiento»- aparición de imágenes y percepciones desagradables para el sujeto-, «sensación de que el acontecimiento se repite», así como, «aparición de una serie de respuestas fisiológicas al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan dicho acontecimiento». Aunque hay más.
Debido a que el sujeto intenta no volver a los recuerdos desagradables, puede experimentar una serie de síntomas. Ello viene producido por un aumento de la activación arousal- incremento de la ansiedad-. Ataques de ira, hipervigilancia (trastorno cuantitativo de la estructura de la conciencia en el que existe un nivel aumentado de la atención y de la alerta, junto con una exaltación de la esfera sensorial, motórica, cognitiva y afectiva), así como de sobresalto exageradas.
Estudios
Los atentados del 11-S en Estados Unidos (EEUU) o los del 11-M en Madrid, son los típicos sucesos que se encuadran dentro de este trastorno. Según un estudio publicado en la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS) y llevado a cabo por el profesor Galea, a las 8 semanas de la caída de las torres gemelas de Nueva York, un 7,5% de los encuestados- 4,8% de varones y 9,9% de mujeres), presentaba el TEPT.
En el mismo se detalla que, de los que vivían en cercanos al World Trade Center este trastorno aumentaba hasta el 20%. Del mismo modo, la depresión se situaba en el 16,8%. Del mismo modo, los que se embarcaron en la difícil tarea de apoyar a las vícitmas, el 16,2% padeció el TEPT así como un 14,1% padeció síntomas de la depresión.
Prevalencia
Según datos ofrecidos por el propio Dr. Maldonado, la persistencia del trastorno a nivel global se asienta entre el 1% y el 14%. Depende de los diagnósticos que han sido empleados así como el tipo de población sobre la que se ha desarrollado el estudio.
Maldonado aporta que «en estudios que se han basado en individuos de riesgo (veteranos de guerra, víctimas de erupciones volcánicas o atentados terroristas), pueden encontrarse cifras de prevalencia que oscilan entre el 3 y el 58%».
Del mismo modo, aporta que entre las vícitmas por violaciones, la prevalencia en diagnósticos del TEPT se sitúa en el 57%. En cuanto a las agresiones sexuales, el tanto por ciento aumenta hasta el 70%, encontrándose en este segundo la tasa más elevada).