Juana se enteró de que padecía endometriosis a los 30 años, cuando tuvo que acudir a un hospital por un cuadro de dolor agudo de abdomen. Tres meses después fue operada de quistes en los ovarios y le confirmaron una enfermedad que le ha impedido ser madre y llevar una vida sexual plena.
Esta mujer, que prefiere guardar su identidad, forma parte del 15 por ciento de españolas que sufren endometriosis, una enfermedad benigna que se produce cuando el tejido del útero sale fuera del mismo, ha explicado a Efe el jefe de sección del Servicio de Ginecología de La Paz, el doctor Javier de Santiago.
Precisamente en este centro hospitalario madrileño, referencia en el tratamiento multidisciplinar de la endometriosis severa, es donde Juana ha sido operada un total de tres veces en diez años, pues la enfermedad le afectó al útero, los ovarios, el intestino y el aparato urinario.
Hoy, a los 41 años, Juana está pasando la menopausia porque se ha sometido a una histerectomía que espera que finalmente le quite los fuertes dolores pélvicos que ha padecido.
Pero además del dolor físico, que a Juana no le ha dejado dormir bien 24 días al mes durante una década, la endometriosis es una enfermedad que «afecta a tu proyecto vital», ha asegurado a Efe esta mujer, que no ha podido tener hijos y que su vida sexual ha estado afectada por el dolor que padecía después de mantener relaciones.
«Un hijo hubiera sido bueno para mi enfermedad porque los ovarios hubieran descansado durante muchos meses, pero no lo hemos conseguido», ha dicho.
Entre el 30 y el 35 por ciento de las consultas por esterilidad que realizan las españolas se deben a problemas endometriósicos, según ha afirmado la doctora Alicia Hernández, coordinadora de la Unidad de Endometriosis del Hospital Universitario de La Paz y co-directora del curso «Puesta al día en Endometriosis», impartido hace unos días en Madrid.
Aunque no está comprobado que sea una enfermedad hereditaria, sí se puede hablar de «predisposición familiar», ha señalado De Santiago. La madre de Juana también tuvo la endometriosis.
«Vivir continuamente con dolor» es lo que más recuerda Juana al hablar de su enfermedad, que ella no ha dejado que afectara a su vida laboral, aunque sí ha tenido que pedir muchos permisos para hacerse cada tres meses ecografías y analíticas.
Psicológicamente también se ha preparado para asumir el no poder ser madre o el tener la menopausia tan joven. «Hay que pensar que hay cosas mucho peores», ha reconocido con una sonrisa.
De la endometriosis se tiene noticia hace más de un siglo y aparece reflejada en la literatura, pero es una enfermedad que no se puede prevenir y que suele afectar a mujeres entre los 25 y los 35 años, ha especificado el doctor De Santiago.
En los casos más graves, la endometriosis puede afectar a los pulmones e incluso al cerebro, pero no se ha demostrado que esté relacionada con el cáncer de ovario, aunque en algunas mujeres coincidan ambas enfermedades, ha señalado el jefe de sección de La Paz, servicio en el que se detectan al año 300 nuevos casos.
De Santiago ha manifestado que es muy importante un diagnóstico precoz para paliar los síntomas, aunque en los casos graves hay que recurrir a la intervención quirúrgica, en la mayoría de los casos con laparoscopia.
Al tratarse de una enfermedad por la que se desarrollan quistes ováricos y focos endometriales fuera del útero, la dolencia cesa cuando no se estimula el tejido endometrial, como es en el caso de los embarazos y de tratamientos que inhiben el ciclo hormonal, ha destacado De Santiago.