Quizá, en un futuro próximo, la desactivación del proceso autoinmune nos lleve a una autorreparación de la patología como principio del tratamiento. El vitíligo se asocia a otras patologías autoinmunes como diabetes mellitus, disfunción tiroidea, anemia perniciosa, estrés emocional, traumatismos o embarazo, enfermedades todas ellas que pueden afectar a su evolución. De manera simple, el vitíligo puede ser segmentario o no, observándose una notable mejor respuesta de este segundo al tratamiento médico. Hoy día, el vitíligo tiene diferentes opciones terapeúticas: corticoides de alta potencia tópicos, antioxidantes orales, fenilalanina oral y tópica, pseudocatalasa y catalasa tópica, fototerapia (PUVA, UVB Narrow Band), inhibidores de calcineuria tópicos (esencialmente tacrólimus), Vitamina B12 y ácido fólico, polypodium Leucotomos, selenio, té…
El tratamiento quirúrgico está basado en el autoimplante de melanocitos y éste sólo se muestra eficaz en aquellos vitíligos estables durante años, y esencialmente en vitíligos unilaterales segmentarios (que son una minoría). El láser excimer muestra resultados, en general, poco satisfactorios. Como novedad se acaba de publicar en la revista New England Journal of Medicine un interesante artículo en el que se demuestra que pacientes con vitiligo tienen menos riesgo de padecer cáncer melanoma de piel por tener información genética que les protege del melanoma. No obstante, los pacientes con vitíligo deben proteger su piel altamente frente al sol por riesgo de quemadura solar y otros tipos de cáncer de piel no melanoma. En la actualidad se continúa investigando esta patología por parte de varios grupos de prestigio, y quizá en un futuro manejemos terapias nuevas que nos ayuden en el tratamiento de esta patología.