La mayoría de estos ingresos son de 24 ó 48 horas en urgencias, aunque a veces se requieren hospitalizaciones más prolongadas, ha explicado el doctor. Y es que los excesos resultan mucho más perjudiciales en estos pacientes que en la población sana, ya que tienen un trastorno metabólico que les impide regular los niveles de glucemia, que suben después de cada ingesta.
Los problemas no se quedan en el azúcar. Teniendo en cuenta que «ocho de cada diez diabéticos además padecen obesidad«, como ha apostillado De Pablos, un par de kilos cogidos durante estas fiestas puede elevarles los lípidos y hacerles subir la tensión arterial.
De Pablos ha explicado que lo primero que se debe hacer antes de decidir si se toma un alimento o no es analizar el conjunto del menú, teniendo especial vigilancia con los hidratos de carbono, que son los que luego se convertirán en azúcares. Por ejemplo, si se toma un primer y segundo plato ligero, en el postre se puede «levantar la mano» y comer algo dulce. Por el contrario, si alguno de los dos platos principales ha sido contundente, lo aconsejable es no tomar postre o decantarse por una pieza de fruta.
«La vigilancia constante de las calorías se debe a la importancia que tiene en estos pacientes llevar un control adecuado del peso, puesto que su exceso les hace incrementar los factores de riesgo cardiovascular», ha insistido el doctor. La variedad de alimentos que pueden tomar las personas con diabetes durante estos días es amplia y, como ejemplo, ha recordado que no suponen ningún problema los mariscos ni los pescados al horno.
En cuanto a las carnes, el cordero asado -sin la piel- también resulta una opción muy aconsejable, igual que el pavo, aunque «únicamente habría que tener cuidado con el relleno», ha matizado. El experto ha dicho que las setas, los pimientos, el cardo y la borraja son alimentos típicos de estas fechas y que se pueden comer «con libertad».
Mención aparte merecen las patatas, muy ricas en hidratos de carbono, y que pueden tener además muchas calorías según cómo se preparen. También ha pedido vigilancia sobre las cremas y salsas, «generalmente con muchas calorías», por contener nata, mantequilla y aceite.
En cuanto al alcohol, ha recalcado que debe de tomarse con moderación y siempre dentro de las comidas, porque si se bebe en exceso, puede producir una subida de azúcar seguida de una hipoglucemia por interacción con algunos medicamentos.
Si se ha comido demasiado, pero no se han desnivelado los niveles de glucemia, el doctor ha aconsejado hacer un poco de dieta los días siguientes pero, si se ha descompensado el azúcar, habrá que recurrir a medidas correctoras con medicación o con insulina, y, si no se puede controlar en casa, acudir al hospital.