Alrededor de 800.000 personas en España son alérgicas al veneno de las abejas y avispas y anualmente se realizan más de 2.000 consultas por esta causa, según se desprende de un estudio presentado en Tarragona por la Sociedad Catalana de Alergia e Inmunología Clínica.
El 40% de los alérgicos a las picaduras de estos insectos «únicamente sufren un gran hinchazón en la extremidad afectada», mientras que la mayoría, el 60% restante, presentan un cuadro de anafilaxia, con hinchazón en múltiples partes del cuerpo y de la garganta, con el consecuente riesgo de asfixia.
Otros efectos de la anafilaxia pueden ser alteraciones del sistema circulatorio con descenso de la tensión arterial y desfallecimiento, lo que puede llegar a causar la muerte de la persona, según explicó el vicepresidente del Comité de Himenópteros de la Sociedad Catalana de Alergia e Inmunología Clínica (SCAIC), Lluis Marqués.
En España fallecen entre 8 y 15 personas al año de media por la picadura de una sola avispa o abeja, ha explicado Marqués, que es alergólogo del Hospital Santa Maria de Lleida.
El instrumento «más eficaz» para evitar la anafilaxia es la inmunoterapia (IT), consistente en la administración hospitalaria de extracto purificado de veneno de abejas y avispas, ha explicado el doctor Gaspar Dalmau, coordinador del SCAIC y alergólogo del Hospital Joan XXIII de Tarragona.
La vacunación alérgica, que por norma general se suministra mensualmente durante unos cinco años -excepto en algunos casos-, «tiene hasta un 98% de efectividad en los casos de alergia al veneno de avispas y un 95% en cuanto a las abejas», ha destacado Dalmau.