Siempre leemos consejos y artículos sobre elegir el mejor colchón y la mejor almohada, pero la elección de la ropa de cama también está sujeta a unas premisas que marcarán la opción adecuada para cada persona, tanto que la regulación de la temperatura al dormir supone un factor fundamental a la hora de conciliar el sueño. Hoy hablaremos de los Edredones nórdicos y qué detalles harán que nuestra decisión sea correcta.
Vamos a diferenciar dos elementos fundamentales que configuran este complemento de descanso:
–Rellenos: Encontraremos nórdicos con su interior compuesto por diferentes materiales:
• Rellenos de fibra: De algodón o sintéticas, poseen la característica de poder lavarse en la lavadora y conformar productos más económicos, además de evitar alergias a componentes animales (plumas) de otros nórdicos. Por el contra encontramos que la capacidad de las fibras, para ejercer como aislante térmico es menor.
• Rellenos de Pluma y Plumón: La función del plumaje en las aves es la de la termorregulación y actuar como aislante natural. Cuando se utilizan estos elementos se busca proporcionar almacenaje calorífico y aislarnos de la propia humedad que desprende el cuerpo. No obstante existen diferencias entre la pluma y el plumón; plumón se refiere al tipo de pluma que crece en el pecho del ave. La pluma , sin embargo, es plana y tiene un cartílago central. Dentro de éstas, las más apreciadas son las de pecho y cuello, que llamamos «plumón», «down» o «duvet. A más porcentaje de plumón mayor calidad, y mayor precio; así existen fabricantes que combinan en su justa medida ambos materiales para proporcionar mayor gramaje y a su vez ofrecer productos de muy buena calidad y a precios muy competitivos.
• Gramaje: Se refiere a la capacidad calorífica del relleno nórdico y se mide por gramos por metro cuadrado. No confiere mayor o menor calidad al producto y optar por un gramaje u otro, debe estar sujeto al clima de la zona en la vivamos, la temperatura a la que suela estar nuestra habitación y la sensación térmica que experimente, por norma general nuestro cuerpo ( si somos «frioleros» o «calurosos»).
Así podríamos utilizar para orientarnos esta sencilla tabla:
– Tejidos y confección: Es importante también prestar atención al exterior de nuestro nórdico, pudiéndose utilizar tejidos acrílicos, sedas, lino, etc. El más recomendable es el algodón por ser un tejido que transpira y regula la temperatura corporal.
Por otro lado la manera de coser la propia pieza, confiere calidad al conjunto. Así la confección tipo «Kassetten» es el mejor sistema. Esta estructura dispone el nórdico en cuadrados con un tabique interno, estas cámaras permiten el alojamiento del relleno por todo el interior del nórdico, incluso en las costuras, evitando zonas sin relleno y así evitar que queden zonas frías.
Finalmente sería conveniente prestar atención a los tratamientos que otorgan calidad a los tejidos utilizados. Para la fabricación de nórdicos, se suelen utilizar tejidos «Downproof», esto significa que el trenzado a partir de cientos de hilos entrelazados que garantizarán la transpirabilidad del nórdico e impiden la pérdida de relleno, así como el Certificado Oeko-Tex® Standard 100, que nos indica que nuestro producto está fabricados sin sustancias nocivas para el organismo.