La igualdad no era esto. El acceso de las mujeres españolas al mercado de trabajo, su mayor visibilidad social y profesional, vino también acompañado a partir de los años 70 de un mayor consumo de cigarrillos. ¿La consecuencia? Una mayor incidencia del cáncer de pulmón. Tanta que, según las estimaciones del Ministerio de Sanidad, los tumores de pulmón se convertirán en el cáncer más mortal en mujeres a partir del año 2020 desplazando al de mama.
Mientras que, entre 1990 y 2007, la mortalidad por cáncer de pulmón descendió entre los hombres españoles un 4% (19% en la UE), entre las mujeres se incrementó hasta un alarmante 73%. El carcinoma pulmonar es el tipo de cáncer más mortífero tanto en hombres como en mujeres. Cada año mueren en el mundo más personas por cáncer de pulmón que por cáncer de mama, colon y próstata combinados. Un problema añadido es que es el diagnóstico precoz es peor, hay menos indicadores previos y no hay pruebas como mamografías o colonoscopias que ayuden a detectarlo en estadios precoces.
«El cáncer de mama en mujeres crece de forma exponencial. En general, el tumor se detecta en perfiles más jóvenes que en varones. Es una sorpresa, pero solo hasta cierto punto. Antes su presencia era anecdótica: menos del 1% de los cánceres que tratábamos en mujeres eran de pulmón. Hoy -sostiene el oncólogo Javier Cevas- llegan al 10%-15% de la incidencia en varones. En Estados Unidos el cáncer de pulmón en mujeres está ya por encima del de mama».
Más fumadoras
«Hasta los años 70- subraya el doctor Ricardo González, jefe del Instituto Oncológico Baselga del Hospital Quirón de Bilbao- las mujeres eran fumadoras pasivas. En esos años se incorporan al hábito de fumar. Hoy fuman menos hombres mientras que más mujeres se incorporan al hábito tabáquico», subraya. Un 23,9% de mujeres españolas fumaba en 2007 frente a un 17,6% en 1978. Y hay un dato peor: entre los 16 y los 24 años fuman el 32,7% de las chicas y el 31,1% de los chicos.
Además de ser muy mortífero, los científicos estiman que el cáncer de pulmón se manifiesta antes en las mujeres que en los hombres, «a edades más tempranas», subraya González. La medida que usan los médicos es el paquete diario por año. Veinte años fumando 20 cigarrillos diarios (o diez fumando 40 o cinco fumando 80 pitillos al día) es el ‘límite’ establecido para contraer cáncer de pulmón. «Yel único tratamiento curativo en este tipo de tumores es operar. La supervivencia es mediana. La mitad de los operados de pulmón sobrevive un año o más, pero la otra mitad no llega a vivir ni esos doce meses», ilustra el doctor González sobre la extrema mortalidad de los tumores pulmonares. «¿Consejos? El primero, no empezar a fumar. Y, el segundo, dejarlo a la mayor brevedad posible. Cuando se abandona el hábito se recuperan olores y sabores, también la capacidad pulmonar. Y, pasados 20 años, se reduce el riesgo de padecerlo a los mismos valores de la población general».